Airbus320: el copiloto habría sufrido depresión
La impactante revelación de que el accidente del Airbus 320 de Germanwings fue producto de un acto deliberado de uno de los pilotos, abre una serie de interrogantes capaz de generar una ola de miedo e incertidumbres en la población. ¿Cómo es posible que una persona llegue al punto de estrellar un avión y matar a 150 personas sin que nadie haya podido detectar ningún comportamiento extraño? La investigación apunta ahora al perfil de Andreas Lubitz, de 27 años y a su supuesta depresión.
A partir de los atentados terroristas sufridos en el mundo en los últimos años, la industria aeronáutica ha centrado sus esfuerzos en reforzar los sistemas de seguridad en los aviones, mejorar y limitar el acceso a las cabinas, transformándola en una especie de fortaleza blindad al mando de quienes están adentro. Las puertas blindadas, las cerraduras a prueba de explosión y todo está preparado de tal forma que quien está al mando y adentro resuelve todo lo que hay que hacer y puede ejecutarlo.
El problema es justamente lo que sucede si quien está adentro decide deliberadamente estrellar la nave. Y eso fue lo que sucedió en el Airbus 320 de Germanwings.
Si Lubitz se hubiera desmayado, el mismo sistema de seguridad de la cabina habría activado un mecanismo y le hubiera permitido al piloto del avión entrar nuevamente, dicen los expertos. Pero no: el copiloto trabó deliberadamente la puerta e hizo lo que el presidente de la aerolínea Carsten Spohr dijo que "Ni en nuestros peores sueños hubiéramos podido imaginar algo así".
¿Sufría de depresión?
Con respecto a Andreas Lubitz, de 28 años, lo que se sabe es que había nacido en la localidad de Montabaur ( de unos 13 mil habitantes), en el estado federado de Renania Palatinado, donde vivía con sus padres y tenía también un alojamiento en Dusseldorf, hacia donde se dirigía el avión que se estrelló con 150 personas a bordo.
Uno de los datos llamativos es que el perfil de la red social Facebook de Lubitz fue eliminado en las últimas horas y hay fuentes que hablan de que el joven planeaba casarse con su novia el año próximo, si bien ahora existen rumores de que se había peleado con la novia antes del accidente.
El copiloto de Germanwings trabajaba en la empresa que pertenece a Lufhtansa desde 2013 y tenía una experiencia de 630 horas de vuelo con la aerolínea, comparada con las más de 6000 que tenía el piloto. Había sido formado en Bremen, escuela de aeronáutica de renombre, por lo que se lo consideraba muy preparado como piloto.
En el 2009, su entrenamiento fue suspendido por seis meses, según palabras de un ex compañero de academia porque el joven sufrió de depresión y de síndrome de agotamiento y estrés conocido en inglés como "burn out".
Por su parte, el presidente ejecutivo de la aerolínea Lufthansa ha afirmado en una rueda de prensa que Lubitz terminó su formación en 2008 y que su actitud era "impecable" y que era "era cien por cien apto para el vuelo". El ejecutivo reconoció que Lubitz habría interrumpido su entrenamiento pero dijo no poder revelar las causas y detalles y que al volver había pasado las pruebas físicas y psicológicas de aptitud para volar.
"Aprobó todos los exámenes medicinales y de vuelo, todas las pruebas y controles, era apto al cien por ciento sin restricciones", señaló Spohr, y agregó que "Sólo se puede especular sobre los motivos, ya que no tenemos ninguna información sobre qué llevó al copiloto a estas acciones".
Según las grabaciones de la caja negra recuperada, se había quedado solo en la cabina, en absoluto silencio, e impidió el reingreso del piloto mientras había iniciado el descenso de la aeronave. En la grabación se escuchaban los fuertes golpes en la puerta del piloto tratando de entrar a la cabina.
En Estados Unidos existe una normativa que nunca pueden estar solos piloto o copiloto en la cabina. En Europa, esta regulación no existe, pero ya advirtieron que estas normativas serán revisadas y modificadas a la brevedad.
La caja negra de la mente humana
La depresión es una enfermedad mental que afecta cientos de millones de personas en el mundo y no distingue edad, sexo, raza o posición social.
Según los expertos aseguran que es una de las condiciones más subdiagnosticadas en ciertos sectores de la población, por ejemplo entre los hispanos de Estados Unidos, ya que por prejuicios y distintas barreras , hay muchas personas que sufren de depresión y nunca llegan a la consulta médica. Se calcula que sólo un 20% accede a la consulta.
Si bien se dice que la depresión afecta a más mujeres que hombres se cree que esto se debe a que las mujeres suelen manifestar más sus síntomas y por ende, pedir ayuda.
La depresión clínica, como enfermedad mental, es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, desazón, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período prolongado de tiempo y en general, no se relacionan con hechos de la realidad sino más bien con estados del alma.
En el hombre la depresión suele ser más "silenciosa", es decir muestra menos síntomas típicos de la enfermedad, y en general se esconde detrás de una obsesión por el trabajo y en algunos casos se la ve más frecuentemente asociada al consumo de alcohol y drogas.
Según relatan sus vecinos, Andreas Lubitz era alegre, una persona normal y su única pasión era volar. Tenía novia, amigos y parecía feliz con su vida y sus logros profesionales. Sobre sus gustos personales se sabe poco, se dice que le gustaba la música electrónica y corría maratones, pero no mucho más. En su pueblo, están todos consternados. En el mundo, todos impactados.
Habrá que esperar a que la investigación arroje más detalles, no podemos decir que hizo lo que hizo porque estaba estresado o deprimido. Hay una forma de procesar sus sentimientos y emociones a la que no tendremos acceso y por más hipótesis que se elaboren al respecto, este caso probablemente quedará como otro de los enigmas de la caja negra de la mente humana.
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