Depresión: dos tercios no va a tratamiento
En un país donde el número de suicidios duplica al de homicidios es alarmante saber que un 8% de la población estadounidense tiene algún tipo de depresión, pero que sólo un tercio recibe tratamiento. Así lo determinó una reciente encuesta del Centro Nacional de Estadísticas. Se calcula que unas 120 millones de personas en el mundo sufren de esta temible enfermedad mental.
Una encuesta gubernamental de gran envergadura, llevada a cabo por el Centro Nacional de Estadísticas asegura que "durante los años 2009 y 2012, un 7.6% de los estadounidenses de más de 12 años sufren de depresión, con síntomas que van desde moderados a severos en las últimas dos semanas", explican las autoras del estudio Pratt y Debra Brody.
El grupo de mayor riesgo resultó el de mujeres de 40 a 59 años, dentro del cual el 12% mostraron signos de depresión. El grupo de menor riesgo es el de los jóvenes de sexo masculino, dentro del cual la cifra de deprimidos llegó al 4%.
"Los que tienen síntomas severos de depresión llegan al 3% y de esos, el 35% dijo haber tenido contacto con profesionales de la salud mental el año pasado", agregaron las expertas.
Estas afirmaciones son muy alarmantes, ya que está científicamente comprobado que la depresión es una enfermedad de difícil tratamiento, de la cual es casi imposible salir solo y que la mejor manera de enfrentarla es con una combinación de medicamentos específicos y psicoterapia.
Dentro del grupo de personas que manifestaron tener síntomas severos de depresión en la mencionada encuesta, el 43% dijeron tener dificultades en el trabajo, en su casa o en actividades sociales.
¿El huevo o la gallina?
Otra vez nos enfrentamos aquí con la pregunta ya que hay factores reales que afectan el estado anímico de las personas como sus condiciones de salud, económicas, familiares y laborales pero a la vez el desarrollo de esta enfermedad trae aparejado una serie de síntomas psicológicos de abatimiento y desesperanza que terminan también afectando el desempeño laboral y las relaciones humanas de todo tipo.
En lo que parece ser el legado de Robin Williams, muchas personas han decidido hacerse cargo de su depresión después de conocer la impactante noticia del suicidio del actor. "Nunca me animé a hablar del tema. Jamás lo había dicho en voz alta. Nunca le hablé a nadie del rol que la depresión y el suicidio ocupaban en mi vida, pero después de esto dejé de esconderlo", aseguró Mary Curran Hackett de 38 años en una entrevista televisiva. "Afecta a tanta gente, gente que uno ni se imagina que pueda estar sufriendo esto, alguien tan maravilloso como Robin Williams, si le puede pasar a él, le puede pasar a cualquiera", agregó.
Cada año unos 38 mil estadounidenses mueren al quitarse la vida, según estadísticas del Intituto Nacional de Salud Mental, mucho más de los que mueren por homicidios, que los que mueren a causa de las guerra e incluso por desastres naturales.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad mental grave que se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de en algún momento de nuestras vidas de esta manera una que otra vez durante períodos cortos.
Sin embargo, la depresión clínica, como enfermedad mental, es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de tiempo prolongado.
Sus síntomas incluyen: estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces, pérdida de placer en actividades habituales, dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño, cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso, cansancio y falta de energía, sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa, dificultad para concentrarse, movimientos lentos o rápidos, inactividad y retraimiento de las actividades usuales, sentimientos de desesperanza y abandono y pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
El Instituto Nacional de Salud Mental recomienda llamar al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos), a una línea nacional de ayuda en casos de suicidio o acuda a la sala de urgencias más cercana si tienes intenciones de hacerte daño a o de dañar a otras personas.
También llamar a tu médico si: escuchas voces que no existen, lloras con frecuencia sin una causa, si tu depresión ha afectado su vida laboral, escolar o familiar por más de dos semanas o si presentas tres o más síntomas de depresión mencionados anteriormente.
Si piensas que uno de los medicamentos que está tomando actualmente puede estar causándote depresión, no lo cambies ni suspendas antes de consultar con el médico.
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