Hallan el lugar del cerebro donde se origina la ansiedad
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada muestran ansiedad o preocupación excesiva que no desaparece y se enfrentan a varios síntomas relacionados con este problema. Estos trastornos incluyen el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad social.
Se calcula que 1 de cada 5 adultos padece de trastorno de ansiedad, según informa el Instituto Nacional de Salud Mental (NIH).
Ahora, en un descubrimiento importante a nivel científico, identifican por primera vez a las células cerebrales especializadas que controlan los niveles de ansiedad.
El hallazgo, publicado en la revista Neuron, podría eventualmente conducir a mejores tratamientos para los trastornos de ansiedad.
Identificando a las células culpables
Mazen Kheirbek, profesor asistente de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) y autor del estudio, junto a investigadores de la Universidad de Columbia, descubrieron que ciertas células del hipocampo se activan frente a la ansiedad.
Lo hicieron estudiando algunos ratones expuestos a situaciones de ansiedad, mientras monitoreaban la actividad cerebral. "Y lo que encontramos es que estas células se volvieron más activas cada vez que el animal entraba en un área que provoca ansiedad" dijo Kheirbek.
Sin embargo, esta actividad no probó que las células estaban causando un comportamiento ansioso. Entonces el equipo decidió investigar más. "Si bloqueamos esta actividad, ¿los animales se volverán menos ansiosos? Y lo que descubrimos fue que sí, al inhibirlas, se volvieron menos ansiosos” declararon.
Pero hay que investigar mucho más para entender a la ansiedad que sólo identificar a las células en el hipocampo, dijo Kheirbek. "Estas células son probablemente una parte de un circuito extendido por el cual el animal aprende sobre la información relacionada con la ansiedad".
Otras conexiones cerebrales
Por ejemplo, las células en el hipocampo se comunican con otra área del cerebro llamada hipotálamo que les dice a los ratones cuándo deben evitar algo peligroso. Kheirbek dice que otras partes del circuito de ansiedad podrían detectar olores o sonidos peligrosos.
"Las terapias que tenemos ahora tienen importantes inconvenientes. Este es otro objetivo en el que podemos tratar de avanzar para encontrar nuevas terapias" dijo Kheirbek.
El descubrimiento de las células de ansiedad es sólo el último ejemplo del "tremendo progreso" que los científicos han realizado para comprender cómo funciona la ansiedad en el cerebro, dijo Joshua Gordon, director del Instituto Nacional de Salud Mental (NIH), que ayudó a financiar la investigación.
Gordon agregó que “los trastornos de ansiedad son increíblemente frecuentes. Nos golpean en los mejores años de vida laboral, y nuestros tratamientos son, en el mejor de los casos, parcialmente eficaces".
Aunque el estudio fue realizado en ratones de laboratorio y ahora hay que comprobar si se replica en humanos, abre una puerta a nuevas investigaciones.
"Si podemos aprender lo suficiente, podremos desarrollar las herramientas para activar y desactivar las piezas clave que regulan la ansiedad en las personas" concluyó Gordon.
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