Más gente a favor de las madres que trabajan
Ya son pocas las madres que pueden darse el lujo de no trabajar y la gran mayoría sale al mundo laboral. Sin embargo, siempre existe la preocupación por poder seguir atendiendo las necesidades de los niños. Una nueva encuesta que analizó nada menos que 600 mil entrevistas durante 30 años, llegó a la conclusión de que los jóvenes de hoy cada vez aceptan más la idea de que la mujer salga a trabajar y no creen que eso perjudique la relación con los niños.
El estudio, publicado en la revista científica Psychology of Women Quarterly y realizado por expertos de la Universidad de California y San Diego, es el resultado de una investigación que duró 30 años en la cual se analizó estudios que incluyen entrevistas a unas 600 mil personas entre los años 1976 y 2013.
Los expertos llegaron a la conclusión de que en 2010, un 22% de los niños de escuela media sufrían el hecho de que sus madres trabajen, comparado con un 34% en los 1990 y un 59% en la década de los 70.
La opinión de los adultos hacia las madres que trabajan también se ha ido flexibilizando con los años. En el año 2012, un 35% de los entrevistados pensaban que los niños se perjudicaban si la madre salía a trabajar, comparados con un 68% que pensaba que era perjudicial en los 70s.
Cuestión de calidad
Cada vez más las personas creen que las madres que trabajan pueden establecer una relación con sus hijos de tanta calidad e intensidad como las que se quedan en casa. En el año 1977, menos de la mitad de los adultos creía que una madre que trabaja puede establecer con sus hijos una relación tan cálida y segura como una madre que no trabaja. En el año 2012, ese número ascendió al 72%.
“Cuando vemos cada vez más que las madres trabajan, tenemos más aceptación de los hechos", dijo uno de los directores del estudio Jean Twenge.
Alrededor de un 75% de las madres estadounidenses con hijos tienen un empleo y según una investigación del Pew Research Center, el 41% de los adultos cree que el aumento de las madres que trabajan ha sido malo para la sociedad, contra un 22% que dice que fue bueno. Sin embargo, más allá de que para muchas no trabajar no es una opción, existen también estudios científicos que documentan incluso algunos beneficios económicos, educativos y sociales para los hijos de ambos sexos cuyas madres trabajan fuera de la casa. Esto se ve sobre todo en las mujeres que se identifican con un modelo de madre que es independiente y trabaja.
La generación del milenio
Se llama generación del milenio a la formada por los jóvenes nacidos entre 1978 y el 2000. "Es posible que esta generación vea al matrimonio como algo que tiene que ver con los roles más tradicionales y que es sólo para algunos tipos de personas y no para todos", explica el investigador.
Pero no todo es exactamente así y hay algunas partes de la investigación que así lo demuestran. Por ejemplo, en los 90, un 27% de los entrevistados aseguró que era mejor que el hombre trabaje y la mujer se quedara en la casa, mientras que en el período entre 2010 y 2013 el 32% compartía esa idea.
Otro ejemplo de esto, es que en los 90, el 14% creía que las decisiones importantes las tenía que tomar el hombre y un 17% pensaba eso en el 2010.
Se dice que la generación del milenio son individualistas, dispersos, no les interesa tanto la política, viven en casa de sus padres hasta muy grandes, más conscientes de la ecología, están mucho más abiertos a tener relaciones sexuales prematrimoniales pero suelen tener menos parejas sexuales que sus padres. "Uno de los aspectos del individualismo es creer que las personas son iguales y no que no debería haber diferencia entre un padre y una madre que trabaje".
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