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Presenciar abuso también podría traer migraña

Publicado - Por vwolman@holadoctor.net

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Un nuevo estudio asegura que la adversidad, el abuso sexual y físico y hasta el ser testigo de violencia doméstica parental en la niñez, puede llevar a sufrir de migrañas y fuertes dolores de cabeza en la adultez. Cefaleas, cuadros confusionales, mareos, náuseas e hipersensibilidad a la luz pueden también ser síntomas que refieren a un maltrato sufrido o presenciado en la infancia. ¿Cómo se explica esta relación? Hablamos con una de las autoras del estudio.

La investigación, realizada por la Universidad de Toronto, examinó una muestra representativa de unas 12600 mujeres y unos 10300 hombres de más de 18 años, como parte de la Encuesta de Salud Mental y Salud de la Comunidad de Canadá realizada en el 2012.

Según los autores, las migrañas y la vivencia de situaciones de abuso mantienen una relación de proporcionalidad directa, es decir, a más exposición a situaciones de violencia o abuso, una mayor posibilidad de desarrollar dolores de cabeza en la adultez.

"Encontramos que los dolores de cabeza y las migrañas son más importantes, cuanto más importante sea la exposición individual al abuso o violencia. Aquellos que reportaron haber padecido los tres tipos de adversidades (violencia doméstica parental, abuso sexual y físico de niños) la incidencia de las migrañas fueron tres veces mayor en los hombres y un poco menor en las mujeres", explicó una de las autoras del estudio, la Dra.Sarah Brennenstuhl.

"Nuestra investigación muestra la relación entre las adversidades sufridas en la niñez y las migrañas pero no podemos determinar si la relación es causal o una mera asociación", dijo otra de las autoras del estudio, la Dra. Esme Fuller-Thomson, quien ofreció una entrevista exclusiva a HolaDoctor.

"Necesitamos realizar una investigación más exhaustiva para determinar ese vínculo causal. Una de las explicaciones posibles es que el estrés resultante de la exposición a la violencia podría causar una variedad de cambios neurobiológicos como la alteración de la estructura cerebral y de los sistemas neuro-endocrinológicos, la respuesta del sistema inmunológico y la regulación epigenética", dijo la experta ante la pregunta sobre cómo puede explicarse esta vinculación hallada.

La migraña es un tipo de dolor de cabeza que puede aparecer acompañado a ciertos síntomas como náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz. Comúnmente es descrito por un dolor pulsante en la cabeza, tan fuerte que puede inhabilitar a la persona durante horas o incluso días enteros.

Una teoría de la causa de la migraña, dicen los Institutos Nacionales de Salud,  es un trastorno del sistema nervioso central, en el cual varios estímulos pueden causar una serie de eventos neurológicos y bioquímicos que afectan el sistema vascular del cerebro. Es decir, una de las causas puede ser un desbalance químico provocado por alguna situación traumática, según los investigadores.

Ser víctima de abuso es una situación que se sabe muy estresante, capaz de desarrollar una patología conocida como estrés post-traumático, caracterizado por múltiples síntomas psicológicos y físicos. Esto se acrecienta mucho más cuando el abuso se da de niño, el cual se siente dependiente e indefenso a la vez y pierde la confianza en los adultos que lo rodean.

"Otros síntomas físicos del abuso infantil pueden ser la enfermedad cardiaca, cáncer, úlceras y desórdenes tiroides", explicó la Dra. Fuller-Thompson.

El vínculo estrés-migraña

Otra investigación realizada por la American Headache Society a cargo del Dr. Elliott A Schulman, del Lankenau Institute of Medical Research asegura que el estrés proveniente de un abuso es el desencadenante más reconocido de un ataque de migraña.

"Por ejemplo, mucha gente reporta que experiencias como la presión en el trabajo, una pelea con un miembro de la familia o un niño enfermo en casa puede desatar un ataque de migraña. Pero ¿puede el estrés que uno vive de niño hacernos más propensos a tener migrañas en la vida adulta? A pesar de que no existe una prueba directa, hay más de 10 estudios publicados que sugieren que la persona que tiene una experiencia de abuso en la infancia es mucho más probable que tenga jaquecas y sufra de migraña que los que no lo tuvieron", dice Shulman en su informe.

La reciente investigación de la Universidad de Toronto avanza aún más allá e incluye a quienes han presenciado una situación de violencia doméstica en su familia en el grupo de personas que tienen una mayor incidencia de migrañas.

"El factor más sorpresivo es la vinculación entre la exposición a la violencia doméstica y las migrañas. Aún después de contemplar factores como la edad, la raza, el estatus socioeconómico, la historia de depresión y ansiedad y el abuso físico y sexual, hombres y mujeres que han sido testigos de violencia doméstica entre sus padres tuvieron un 52 y un 64% más de incidencia de migrañas, respectivamente, comparado con aquellos que no tuvieron esa experiencia en su infancia", dijo Fuller-Thomson, una de las autoras del estudio de Canadá publicado en la revista científica Headache.

"Si bien el diseño de nuestra investigación no nos permite determinar la asociación causal directa entre las adversidades sufridas a edad temprana y las migrañas, resaltan la importancia de realizar futuras investigaciones a largo plazo sobre la salud física y mental de los niños expuestos a la violencia parental doméstica", agregó.

Desde el punto de vista biológico, un grupo de neurólogos de la Sociedad Española de Neurología ha explicado esta relación de la siguiente forma:  "Los abusos en la infancia parecen provocar en niños predispuestos genéticamente una mala regulación del eje hormonal hipotalámo-hipofisario-adrenal, hecho que se ha relacionado con un menor umbral para el dolor",  señaló el doctor Robert Belvís, miembro del Grupo de Estudio de Cefaleas de esa organización.

"La importancia de este tipo de datos está en que la asociación entre abuso infantil y dolor actual o futuro no es sólo una estadística, sino que obedece a alteraciones biológicas concretas  que la pueden explicar y confirmar. Básicamente, ante un estímulo, incluso sutil, que evoque de alguna manera la situación pasada en la que se produjo el abuso, el adulto puede empeorar su migraña", concluyó.

¿La prevención es posible?

Si bien el tratamiento psicoterapéutico en estrés post-traumático está probado, no existen investigaciones ni experiencias documentadas que permitan decir que se pueden evitar las migrañas.  

"Existe una sustentada evidencia de que la terapia conductual enfocada en el trauma conocida en inglés como Trauma-Focused Cognitive Behavioral Therapy es una forma rápida y efectiva de tratamiento. Lo que no tenemos claro aún es si este tratamiento puede servir como prevención de migrañas, pero el resultado de este tratamiento en casos de sobrevivientes de abuso con síndrome de estrés post-traumático es positivo", dijo Fuller-Thomson a HolaDoctor.

El tratamiento psicoterapéutico y en algunos casos, la necesidad de tomar psicofármacos han demostrado ser muy beneficiosos para tratar a las personas que han sido víctimas de abuso o han sido testigos de violencia doméstica y experimentan un cuadro de estrés y una serie de síntomas físicos y psicológicos como depresión y ansiedad.

Si padeces de migrañas, puedes contactarte con las siguientes organizaciones para obtener mayor información:

American Migraine Foundation: www.americanmigrainefoundation.org

National Headache Foundation: www.headaches.org

National Institute of Neurological Disorders and Stroke: www.ninds.nih.gov/disorders/migraine/migraine.htm


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