¿En realidad necesitas esa receta de opioides?
El aumento dramático en el uso de analgésicos opioides en las últimas dos décadas se ha visto impulsado, en parte, porque los médicos recetan medicamentos para el dolor en lugar de probar primero otros enfoques más conservadores. Ahora, una nueva investigación muestra que los médicos a veces recetan estos medicamentos potentes y potencialmente adictivos, incluidos OxyContin, Percocet y Vicodin, incluso cuando no hay evidencia alguna de dolor.
Investigadores de la Harvard Medical School y de la RAND Corporation encontraron que en el 28.5% de las consultas donde los médicos recetaron un opioide, no había diagnóstico que se relacionara con dolor severo. En cambio, a estos pacientes se les recetaron estos medicamentos cuando les diagnosticaron problemas como presión arterial alta o colesterol alto.
Aquí te decimos lo que necesitas saber sobre los nuevos hallazgos y lo que debes considerar si un médico te ofrece una receta de opioides.
Lo que el estudio encontró
Si bien ha habido mucha cobertura del uso indebido y excesivo de opioides con receta, para dolores leves, o por meses en lugar de días, por ejemplo, el nuevo informe, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, profundiza en este tema.
En los casos en que "no había documentación de dolor... no está claro por qué el médico decidió recetar el opioide", dice la autora principal, Tisamarie Sherry, MD, investigadora médica asociada de políticas en la RAND Corporation, una organización de investigación de políticas no lucrativa.
En algunos de esos casos, es posible que los médicos hayan tenido motivos para recetar el medicamento. Sin embargo, los resultados también sugieren que en muchos casos podría no haber un motivo, y que, cuando menos, los médicos a menudo no están obligados a documentar o justificar su decisión de usar el medicamento.
"La prescripción de estos medicamentos ha aumentado dramáticamente", dice Sherry, "pero la prevalencia del dolor no ha aumentado en la misma proporción. Así que, lo que queremos hacer es comprender mejor la discrepancia".
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores estudiaron los datos de la Encuesta Nacional de Atención Médica Ambulatoria, que les proporcionó una imagen representativa a nivel nacional de los hábitos de prescripción del país. Se concentraron en las consultas entre 2006 y 2015, en las que se recetaron opioides.
De esas consultas con recetas de opioides, el 5% fue para el dolor relacionado con el cáncer y el 66% fue para el dolor no relacionado con el cáncer (como el dolor de espalda baja o el dolor relacionado con la diabetes). En el resto de las consultas, poco menos del 30%, no se documentó ningún diagnóstico relacionado con el dolor.
Cuándo son necesarios los opioides
A los expertos les preocupa la gran cantidad de personas en el estudio a quienes les recetaron opioides, incluso cuando no tenían dolor, pero también les preocupa que incluso muchas personas con dolor no necesitaban los medicamentos. "La razón número 1 por la que las personas [en el estudio] recibieron opioides fue por el dolor en la espalda baja" dice Lewis Nelson, MD, jefe de la división de toxicología médica de la Rutgers New Jersey Medical School, que no participó en el estudio. "Hay datos claros de que [los opioides] no son los medicamentos que se deben tomar para el dolor de espalda baja".
El estudio también encontró que los opioides en ocasiones se recetan para dolores de cabeza u otras formas de dolor crónico. Pero los opioides funcionan bien solo a corto plazo, dice Nelson, a largo plazo pueden ser adictivos y no proporcionan un alivio adecuado para muchos tipos de dolor.
Dado que la investigación muestra que algunos médicos necesitan poca justificación para recetar un opioide a pesar de la posibilidad de dependencia y mal uso, aquí te damos algunas sugerencias para que las tomes en cuenta antes de dirigirte a la farmacia para surtir una receta de opioides.
- ¿Tienes dolor? Si tu respuesta es no, pregúntale a tu médico por qué te receta opioides. Estos son medicamentos potentes que se deben usar solo para ciertos casos de dolor intenso a corto plazo.
- Prueba primero los métodos que no involucren medicamentos. "4 de cada 5 personas que van a los programas de rehabilitación de drogas comenzaron con buenas intenciones para tratar el dolor", dice Nelson. Esa es una de las razones por las que los opioides deberían ser la última línea de defensa, no la primera. Por ejemplo, algunas medidas sencillas como descansar y elevar un brazo o una pierna lesionados suelen ser suficientes, dice Nelson.
- Considera tomar un analgésico. Para el dolor agudo asociado con procedimientos como la extracción de un diente o una lesión menor, por ejemplo, prueba el acetaminofeno (Tylenol y genérico) o el ibuprofeno (Advil y genérico). Y para el dolor a largo plazo, como el dolor de espalda, estos analgésicos de venta libre pueden funcionar tan bien o mejor que los opioides, según sugiere una investigación.
- Opta por un menor tiempo de consumo de estos medicamentos con receta. Si necesitas opioides para controlar el dolor inmediatamente después de una cirugía, trata de hacer la transición a analgésicos de venta libre y tratamientos que no involucren medicamentos en unos pocos días. Tomar opioides durante más de unos cuantos días aumenta considerablemente el riesgo de volverse dependiente, según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, (CDC). Aproximadamente 1 de cada 4 personas que tomaron opioides durante 2 semanas seguían tomándolos un año después.
- Busca una solución integral para el dolor crónico. Si el dolor persiste, habla con tu médico acerca de otros métodos de tratamiento. Además de los analgésicos de venta libre, otros tratamientos que funcionan para el dolor crónico incluyen la terapia cognitiva conductual, el masaje, el ejercicio, la fisioterapia, el yoga y la manipulación quiropráctica.
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