¿El fin de la epidemia de Sida?
Un nuevo informe de las Naciones Unidas lanzado hoy se muestra optimista: asegura que el Sida podría ser erradicado ya que el número de nuevas infecciones permanece estable desde 2007. Sin embargo, es crítico, dicen, que se desarrolle una vacuna preventiva, para evitar que el VIH siga expandiéndose especialmente en las zonas del mundo más pobres.
En el 2010 hubo 2.7 millones de nuevas infecciones a nivel global, una cifra que se mantiene estable desde hace tres años, indica el reporte de ONUSIDA, el programa contra el Sida de las Naciones Unidas.
A fines del año pasado, 34 millones de personas vivían con VIH/Sida en el mundo, una cifra algo mayor que años anteriores pero que los expertos explican se debe a que, gracias a los nuevos tratamientos, las personas con la infección viven más.
Ese mismo año, 1.8 millones de personas murieron a causa de la enfermedad. En 2009, las muertes sumaron 1.9 millones.
A pesar de los avances médicos y farmacológicos, la epidemia sigue golpeando fuerte en la región del Africa subsahariana. Y en los países de Europa del Este, en los que que ha habido un aumento de 250 por ciento en el número de nuevas infecciones.
El doctor Paul De Lay, director ejecutivo de ONUSIDA, dijo que la idea de erradicación es "más una visión a futuro". Pero no descartó que sea una meta posible de alcanzar.
A principios de este mes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se pronunció por una "generación libre de VIH", y prometió que Estados Unidos daría más fondos para la lucha contra el Sida en Africa.
La doctora Sharonann Lynch, de Médicos sin Fronteras, dijo que los países de Africa están ansiosos por políticas más agresivas para abordar la epidemia de VIH, pero que la crisis económica ha puesto en riesgo programas de avanzada como los que tenía la República Democrática del Congo.
"Sin una inversión más potente, no podremos aplicar toda la nueva terapéutica que tenemos para atacar al VIH/Sida en los países en donde más se necesita quebrar la curva de la epidemia", explicó Lynch.
Los expertos continúan enfatizando en que el diagnóstico temprano ayuda a llevar adelante un buen tratamiento y a convertir a la enfermedad en una condición crónica.
El acceso a las drogas es hoy más masivo y económico, además de mucho más práctico: hace dos décadas, un portador debía tomar un promedio de 20 pastillas por día, hoy pueden ser sólo tres.
Hacia 2004, unas 700 mil personas recibían terapias combinadas en países en desarrollo. En 2009, ya eran 5,2 millones los que toman estos medicamentos. Pero aún hay más de 10 millones que los necesitan y no los tienen.
El balance entre logros y desafíos es aún crítico. La ciencia lucha todavía por desarrollar una vacuna preventiva, logro que ha sido esquivo, debido a la facilidad que tiene el virus del sida de mutar, cambiar de forma, y escapar del efecto de una vacuna.
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