El VIH también tiene "huellas digitales"
La eficacia de la vacuna RV144 contra el VIH puede oscilar de un 30% a un 80%, dependiendo de la variación genética del virus. Los científicos afirman que una proteína sería clave en el éxito de la vacunación; al identificarla, será más fácil lograr una vacuna efectiva contra el virus.
Los datos de esta investigación, que se publican en Nature, podrían ser cruciales para el futuro desarrollo de vacunas contra el virus del Sida.
Se refuerzan los datos del comportamiento de la vacuna RV144, que mostraba que los anticuerpos dirigidos a la región V1-V2 reducen el riesgo de infección: “identificar esa región podría ser un adelanto fundamental para lograr las futuras vacunas contra el VIH” asegura Morgane Rolland, autora del estudio.
La vacuna RV 144, que comenzó a probarse en 2006, combina dos compuestos contra el VIH que por separado habían fracasado: Alvac, de laboratorio Sanofi-Pasteur, y Aidsvax, de VaxGen y que ahora es propiedad de una ONG llamada Global Solutions for Infectious Diseases.
La vacuna mencionada se administró a 16,402 voluntarios heterosexuales y los resultados (publicados en 2009) concluyeron que la vacuna es segura y que su eficacia es del 31%.
El Programa para la Investigación del VIH de las Fuerzas Armadas de EE.UU, liderado por Rolland, demuestra que existe una relación causal entre la vacunación y la protección contra el VIH-1. Es decir, confirman que una respuesta inmune contra ciertas variantes de una proteína de la envoltura viral Env-V2, tiene un papel vital en la protección que logra la vacuna RV144.
Los investigadores que llevan a cabo este programa hicieron un análisis genético de los virus VIH-1 de un grupo de pacientes voluntarios, con el propósito de relacionar las “huellas genéticas” con la eficacia de la vacuna.
Se analizaron las secuencias del genoma del VIH de las 110 personas que participaron en el ensayo, y que luego se infectaron con el VIH. Y los resultados arrojaron que los virus que infectaron a los participantes eran diferentes en los que fue administrada la vacuna de los que recibieron placebo.
Los expertos descubrieron que Env-V2, una proteína que ya en un estudio publicado en 2012 demostró estar asociada con un menor riesgo de infección, está asociada a la forma en que el virus responde a la vacunación, y que los cambios en ciertos aminoácidos se relacionan con una mayor eficacia de la vacuna, que en algunos casos alcanzaría el 80%.
El descubrimiento pone felices a los científicos: “este estudio confirma el optimismo que hay ahora en el campo de la investigación de la vacuna contra el VIH. Estamos haciendo progresos importantes para desarrollar una vacuna contra el VIH más eficaz, que nos ayude a poner fin a esta pandemia”, declara Nelson Michael, director del Programa de Investigación del VIH en las Fuerzas Armadas.
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