Culebrilla o herpes zóster: síntomas, causas y prevención
Definición
La culebrilla (herpes zóster) es una erupción cutánea vesicante (ampollas) y dolorosa. Es causada por el virus varicella-zoster, un miembro de la familia de virus del herpes. Ese es el virus que también ocasiona la
Nombres alternativos
Herpes zóster - culebrilla
Causas
Después de que usted contrae varicela, su cuerpo no se deshace del virus. En cambio, el virus permanece en el cuerpo pero está inactivo (se vuelve latente) en ciertos nervios del cuerpo. La culebrilla ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios después de muchos años. Muchas personas padecieron casos tan leves de varicela que no se percataron de que tuvieron la infección
La razón por la cual el virus de pronto se vuelve activo de nuevo no es clara. Con frecuencia, solo se presenta un ataque.
La culebrilla se puede presentar en cualquier grupo de edad. Se tiene mayor probabilidad de desarrollar la afección si:
- Tiene más de 60 años de edad
- Le dio varicela antes de cumplir 1 año
- Su sistema inmunitario está debilitado por medicamentos o enfermedad
Si un adulto o un niño tiene contacto directo con la erupción por culebrilla y no le dio varicela en la niñez o no recibió la
Síntomas
El primer síntoma generalmente es un dolor en un solo lado, hormigueo o ardor. El dolor y el ardor pueden ser intensos y generalmente se presentan antes de que aparezca cualquier erupción.
En la mayoría de las personas, se forman parches en la piel, seguidos de pequeñas ampollas.
- Las ampollas se rompen, formando pequeñas úlceras que comienzan a secarse y formar costras. Estas se caen en 2 a 3 semanas. La aparición de cicatrices es poco frecuente.
- La erupción generalmente involucra un área estrecha de la columna alrededor de la parte frontal de la región ventral o el pecho.
- La erupción puede comprometer la cara, los ojos, la boca y los oídos.
Otros síntomas pueden incluir:
- Fiebre y escalofríos
- Sensación de malestar general
- Dolor de cabeza
- Dolor articular
- Inflamación glandular (de los ganglios linfáticos)
Igualmente se puede presentar dolor, debilidad muscular y una erupción cutánea que compromete diferentes partes de la cara si el zóster afecta a un nervio facial. Los síntomas pueden incluir::
- Dificultad para mover algunos de los músculos en la cara
- Caída del párpado (ptosis)
- Pérdida de la audición
- Pérdida del movimiento del ojo
- Problemas en el sentido del gusto
- Problemas de visión
Pruebas y exámenes
Su proveedor de atención médica puede hacer el diagnóstico al examinar la piel y hacer preguntas acerca de la historia clínica.
En muy pocas ocasiones se necesitan exámenes, pero estos pueden incluir la toma de una muestra de piel para ver si está infectada con el virus.
Los exámenes de sangre pueden mostrar un aumento en los
Tratamiento
Su proveedor puede recetar un medicamento que combate el virus, llamado antiviral. Este medicamento ayuda a disminuir el dolor, prevenir complicaciones y acortar el curso de la enfermedad.
Los medicamentos son más efectivos cuando se inician dentro de las 72 horas después de sentir por primera vez el dolor o el ardor. Es mejor empezar a tomarlos antes de que aparezcan las ampollas. Por lo general, los medicamentos se suministran en forma de pastillas. Es posible que algunas personas necesiten que se les administre el medicamento por vía intravenosa (IV).
Los medicamentos antinflamatorios fuertes llamados corticosteroides, como la prednisona, pueden emplearse para reducir la inflamación y el dolor. Estos medicamentos no funcionan en todas las personas.
Otros medicamentos pueden incluir:
- Antihistamínicos para reducir la picazón (tomados por vía oral o aplicados en la piel)
- Analgésicos
- Zostrix, una crema que contiene capsaicina (un extracto del chile picante) para reducir el dolor
Siga las instrucciones de su proveedor sobre
Otras medidas pueden incluir:
- Cuidar su piel aplicando compresas húmedas y frías para reducir el dolor, y tomar baños calmantes
- Reposar en cama hasta que baje la fiebre
Permanezca alejado de otras personas mientras las lesiones estén supurando para evitar infectar a quienes nunca han tenido varicela, especialmente las mujeres embarazadas.
Expectativas (pronóstico)
El herpes zóster normalmente desaparece en 2 o 3 semanas y muy pocas veces reaparece. Si el virus afecta los nervios que controlan el movimiento (los nervios motores), se puede presentar debilidad o parálisis temporal o permanente.
Algunas veces, el dolor en el área donde ocurrió la culebrilla puede durar de meses a años. Este dolor se denomina
Esta ocurre cuando los nervios han resultado dañados después de un brote de culebrilla. El dolor va de leve a muy intenso. Es más probable que la neuralgia posherpética se presente en gente de más de 60 años.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
- Otro ataque de culebrilla
- Infecciones cutáneas bacterianas
- Ceguera (si la culebrilla se presenta en los ojos)
- Sordera
- Infección, incluidas encefalitis o sepsis (infección de la sangre), en gente con el sistema inmunitario debilitado
Síndrome de Ramsay Hunt si la culebrilla afecta los nervios en la cara o el oído
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con su proveedor si tiene síntomas de culebrilla, particularmente si tiene un sistema inmunitario debilitado o si los síntomas persisten o empeoran. La culebrilla que afecta el ojo puede llevar a ceguera permanente si uno no recibe cuidados médicos urgentes.
Prevención
Evite el contacto con erupciones cutáneas y ampollas de gente con culebrilla o varicela si nunca ha sufrido de varicela o no ha recibido la vacuna contra esta enfermedad.
Hay disponibilidad de dos vacunas contra la culebrilla, la vacuna viva y la
Referencias
Dinulos JGH. Warts, herpes simplex, and other viral infections. In: Dinulos JGH, ed. Clinical Dermatology. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2021:chap 12.
Whitley RJ. Chickenpox and herpes zoster (varicella-zoster virus). In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett's Principles and Practice of Infectious Diseases. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 136.
Actualizado: jueves 24 de diciembre de 2020
Versión en inglés revisada por: Jatin M. Vyas, MD, PhD, Assistant Professor in Medicine, Harvard Medical School; Assistant in Medicine, Division of Infectious Disease, Department of Medicine, Massachusetts General Hospital, Boston, MA.Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.
Traducción y localización realizada por: HolaDoctor, Inc.
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