Impotencia triplica riesgo de glaucoma
Un estudio reciente relaciona por primera vez a la disfunción eréctil con el glaucoma de ángulo abierto. Concluye que quienes padecen de impotencia, tienen casi tres veces más posibilidades de padecer esta enfermedad de la visión.
Hasta ahora, la disfunción eréctil se asociaba con el síndrome metabólico, diabetes tipo 2, obesidad y falta de ejercicio, problemas que elevan el riesgo de ateroesclerosis severa. Pero ésta es la primera oportunidad en que se pone de manifiesto su relación con el glaucoma.
Según el artículo publicado en la revista Ophthalmology, los hombres con disfunción eréctil tienen un 2,85% más de probabilidades de padecer glaucoma de ángulo abierto que aquellos que no tienen esta condición.
La recomendación de los especialistas, tras revisar el estudio mencionando, es que si siempre es bueno tener una revisión ocular periódica para chequear la tensión de los ojos, en los pacientes con disfunción eréctil esta sencilla prueba es de vital importancia.
El glaucoma es el nombre de un grupo de enfermedades de la vista que dañan el nervio óptico, el que lleva la información desde el ojo hasta el cerebro. El daño ocurre por el aumento de la presión intraocular.
El glaucoma de ángulo abierto es la forma más común en los Estados Unidos. En este tipo de glaucoma, el nervio óptico se daña poco a poco, y conduce lentamente a la pérdida de la visión. Un ojo podría ser afectado más que el otro. A veces, se puede perder gran parte de la visión antes de que la persona lo note.
La disfunción eréctil (DE) es la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual. También puede ser la inhabilidad de hacerlo con consistencia, o la tendencia a mantener solamente erecciones breves.
El Instituto Nacional de la Salud (NIH, sigla en inglés), estima que la DE afecta a alrededor de 30 millones de hombres en los Estados Unidos y difunde más datos sobre esta enfermedad.
Afirma que la incidencia aumenta con la edad: alrededor del 4 por ciento de hombres de 50 años o más y cerca del 17 por ciento de hombres de 60 años o más, experimentan la inhabilidad total de lograr una erección.
La incidencia aumenta al 47 por ciento para los hombres mayores de 75 años. Sin embargo, la DE no es una parte inevitable del envejecimiento: se considera tratable a cualquier edad.
Se asocia generalmente con enfermedades como la diabetes, la presión arterial alta, una enfermedad o daño de los nervios, la esclerosis múltiple, la ateroesclerosis o una enfermedad vascular.
El estilo de vida que contribuye a enfermedades vasculares y a enfermedades del corazón, aumentan el riesgo de disfunción eréctil.
Fumar, beber alcohol en exceso, tener sobrepeso y no hacer ejercicio, también se suman a las causas de padecerla.
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