Diabetes gestacional potencia riesgo en hijos
Los niños expuestos a la diabetes gestacional en los vientres de sus madres tienen seis veces más probabilidades de desarrollar diabetes o prediabetes que los niños de madres que no padecieron está condición durante el embarazo, así lo advierte una nueva investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale en Estados Unidos.
En el estudio publicado en Diabetología, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, los investigadores analizaron el riesgo en jóvenes obesos de desarrollar intolerancia a la glucosa después de la exposición a diabetes gestacional en el útero.
“Tenemos la hipótesis de que la exposición prenatal a la diabetes gestacional en niños obesos con tolerancia normal a la glucosa se asocia con el desarrollo de una alteración del metabolismo de la glucosa con el tiempo, impulsado por un problema de secreción de la células beta respecto a la sensibilidad a la insulina”, comentó la Dra. Sonia Caprio, quien dirigió la investigación.
Un total de 255 adolescentes obesos con tolerancia normal a la glucosa fueron seleccionados para este estudio. Todos los participantes fueron investigados por la exposición intrauterina a diabetes gestacional y se sometieron a un test de tolerancia a la glucosa, que se repitió después de aproximadamente 3 años.
Del total de los participantes 210 (82%) no estuvieron expuestos a diabetes gestacional y 45 (18%) de ellos si lo estuvieron. Del primer grupo, sólo el 9% desarrolló intolerancia a la glucosa o diabetes tipo 2 en comparación con el segundo grupo en el que la cifra alcanzó el 31%.
“La exposición a diabetes gestacional fue el predictor más significativo de desarrollar intolerancia a la glucosa o diabetes tipo 2, con un aumento del riesgo de casi seis veces para los niños expuestos a diabetes gestacional en el útero”, destacaron los autores del trabajo.
Al inicio del estudio, el grupo expuesto a diabetes gestacional mostró una reducción en la función de células beta (las células que producen insulina) y, en el seguimiento, también mostraron una reducción en la sensibilidad a la insulina en comparación con el otro grupo.
Los autores de la investigación consideran que sus hallazgos demuestran que niños obesos con tolerancia normal a la glucosa de madres con diabetes gestacional tienen defectos preexistentes en la función de las células beta, lo que a su vez es un fuerte factor de riesgo para que estos niños desarrollen prediabetes o diabetes.
Aconsejan que los hijos de madres con diabetes gestacional sean examinados para intolerancia a la glucosa y/o alteración de la glucosa en ayunas para un intervención oportuna y evitar los riesgos.
Diabetes gestacional
La Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) refiere que se dice que una mujer embarazada tiene diabetes gestacional si tienen un nivel alto de glucosa en la sangre durante el embarazo. Se calcula que la diabetes gestacional afecta 18% de los embarazos.
La diabetes gestacional afecta a la madre a finales del embarazo, después de que se ha formado el cuerpo del bebé, y mientras el bebé todavía está creciendo. Debido a esto, la diabetes gestacional no causa el tipo de defectos de nacimiento que a veces se presentan en bebés cuyas madres tenían diabetes antes del embarazo.
Sin embargo, la diabetes gestacional no tratada o mal controlada puede hacerle daño a su bebé. Cuando usted tiene diabetes gestacional, el páncreas funciona horas adicionales para producir insulina, pero la insulina no baja el nivel de glucosa de la sangre. Aunque la insulina no cruza la placenta, la glucosa y otros nutrientes sí lo hacen. La glucosa adicional en la sangre atraviesa la placenta, lo que hace que el bebé tenga un alto nivel de glucosa. Esto hace que el páncreas del bebé produzca más insulina para eliminar la glucosa en la sangre. Ya que, el bebé está recibiendo más energía de la que necesita para crecer y desarrollarse. La energía adicional se almacena como grasa.
Esto puede producir macrosomía o un bebé "gordo". Los bebés con macrosomía enfrentan problemas propios de salud, entre ellos daño en los hombros durante el parto. Debido a la insulina adicional producida por el páncreas del bebé, los recién nacidos pueden tener un nivel de glucosa muy bajo al nacer y también corren mayor riesgo de tener problemas respiratorios. Los bebés con exceso de insulina corren mayor riesgo de ser obesos durante su niñez y tener diabetes de tipo 2 de adultos.
Todas las mujeres embarazadas deben recibir una prueba oral de tolerancia a la glucosa entre las semanas 24 y 28 del embarazo para detectar la afección.
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