Dieta: naturalmente delgada (“Naturally Thin Diet”)
Desarrollada por la Chef Bethenny Frankel en su libro “Naturally Thin: Unleash Your Skinnygirl and Free Yourself from a Lifetime of Dieting” publicado en 2009, propone un plan alimentario flexible, sin alimentos prohibidos que propicia evitar obsesionarse por bajar de peso y seguir dietas de moda.
Este plan está diseñado para perder de 20 a 30 libras (9 a 13.6 kg).
Celebridades como Denis Leary y Mariska Hargitay, han seguido este régimen.
Las 10 reglas que se recomiendan para ser “naturalmente delgado” son:- Es necesario hacer un balance de las calorías del día.
- Se puede comer de todo, pero no todo al mismo tiempo.
- Probar pequeños bocados y compartir los alimentos.
- Poner atención y estar consciente de lo que se come.
- Medir las porciones.
- Dejar siempre algo en el plato.
- Observar el estado de ánimo al comer. Evitar comer si se siente ansiedad.
- Conocer los alimentos que desencadenan comer de más.
- Comer más alimentos naturales y menos procesados.
- La comida es una gran aleada para estar bien.
¿En qué consiste?
• Comida cruda y orgánica siempre que sea posible, casi vegetariana.
• Abundantes verduras.
• Pocas frutas (una o dos porciones)
• Moderado consumo de granos enteros y leguminosas (frijol, lentejas, soya, entre otras).
• Cantidad moderada de carne y otras fuentes de proteína animal.
• Azúcares (se permiten dos porciones al día).
• Grasas (máximo 2 porciones).
• Se permiten dos bebidas al día.
• Dos refrigerios de 100 a 200 calorías como por ejemplo, fruta y nueces.
• Tomar de 6 a 8 vasos de agua.
• Se enfatiza tener un control de las porciones de alimentos.
Pros:
• Orienta sobre las porciones de los alimentos.
• Se brindan útiles consejos sobre alimentación.
Contras:
• Puede estar por debajo de las recomendaciones diarias de nutrientes y de energía.
• Debe moderarse el consumo de bebidas alcohólicas.
• No es recomendable “saltarse” comidas como lo indica la dieta, pues estados de ayuno prolongados pueden propiciar pérdida de masa muscular. Además de aumentar el riesgo de una baja de glucosa sanguínea, puede incrementar el apetito en la siguiente comida y puede propiciar que se coma de más.
• Para un cambio de hábitos alimentarios se necesita una estructura más detallada como la que ofrece la guía alimentaria 2010 de EE.UU. o un plan alimentario personalizado.
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