Sarampión, un enemigo que regresó
El reciente brote de la enfermedad entre miembros de la organización cristiana Eagle Mountain International Church, en Texas, vinculado a por lo menos 21 casos, vuelve a poner sobre el tapete el tema de la responsabilidad social que existe sobre las vacunas, más allá de las costumbres o creencias religiosas.
Un virus que se creía derrotado, ha vuelto. Y la razón es simple, dicen las autoridades: los afectados por el brote no habían sido vacunados, aseguraron los funcionarios de salud de Texas. Pero ahora, en un sermón reciente, los miembros de esa iglesia han tomado las riendas del tema; el pastor Terri Pearsons animó a los que no han sido vacunados a que lo hagan. "Les animo a hacerlo. No hay absolutamente nada de malo en hacer eso”, dijo a los creyentes.
Aunque el sarampión está casi está eliminado en los Estados Unidos, todavía enferma anualmente a 20 millones de personas y causa la muerte de unas 200,000 en todo el mundo. Más de la mitad de los casos fatales, ocurren en la India.
En Europa se ha visto en los últimos años un avance de casos de la enfermedad debido a una corriente de padres naturistas o que por creencias religiosas, deciden no vacunar a sus hijos.
El sarampión es muy poco frecuente en los países y regiones del mundo donde se mantiene una alta cobertura de vacunación. En América del Norte y del Sur, Finlandia y algunas otras áreas, se cree que la trasmisión endémica del sarampión, se ha interrumpido gracias a la vacunación.
Todavía se presentan casos esporádicos de sarampión en los Estados Unidos, debido a que los visitantes de otros países o los ciudadanos estadounidenses que viajan al exterior, pueden infectarse antes o durante su viaje y transmitir la infección a personas que no han sido vacunadas o no tienen inmunidad, informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Vacunas: antes y después
Antes de la creación de la vacuna contra el sarampión, casi todos los niños se habían enfermado de sarampión para cuando cumplían los 15 años. Anualmente en los Estados Unidos, cerca de 450-500 personas morían debido al sarampión, y 48,000 eran hospitalizadas.
En la actualidad, sólo se reportan unos 50 casos anuales en EE.UU, y la mayoría tiene su origen fuera del país.
En cuanto a la toma de conciencia respecto de las vacunas, todavía las cosas se pueden mejorar. Cada año, 45,000 estadounidenses mueren de enfermedades que se hubieran podido prevenir con vacunas, señalaron los CDC en un informe de 2012, donde aseguran que la tasa de vacunación general debería mejorar.
Algunos adultos no han recibido vacunas en la niñez, como la del sarampión, las paperas y la rubeola (SPR), y deben hacerlo ahora, aconsejó un portavoz de los CDC.
Según los CDC, entre las formas de mejorar la tasa de inmunización de los adultos, se hallan: una mejor educación, un mejor acceso a las vacunas, recordatorios de parte de los médicos y eficientes sistemas de información.
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