La risa, un analgésico natural y económico
Un estudio británico ha descubierto que la risa puede aumentar la tolerancia al dolor. Pero no es igual la risa cordial y casual: es importante que sea sostenida para ser eficaz. Se comparó el efecto utilizando videos y series cómicas con el de los documentales o clases instructivas de contenido serio.
Una noticia para tomar muy en serio: un estudio reciente muestra los beneficios de la risa sobre la salud de las personas.
Según los expertos, la risa activa ciertas sustancias químicas en el cerebro como las endorfinas, que se relacionan con el bienestar.
La risa puede aliviar el dolor y reducir el impacto de algunas enfermedades. Pero...¿cómo funciona realmente este “analgésico natural”? Cuando la persona experimenta una risa franca y sostenida ejercita los músculos del tórax y los pulmones, lo que puede desencadenar la liberación de endorfinas para aliviar el dolor, dice Robin Dunbar, profesor de psicología evolutiva en la Universidad de Oxford, quien dirigió el estudio. “Al aumentar los niveles de endorfinas, se produce el descenso del umbral de dolor”, explicó.
Para el estudio, que fue publicado en Proceedings of the Royal Society B, los científicos realizaron una serie de seis experimentos diferentes en el laboratorio y uno en un ambiente del mundo real, en representaciones teatrales en vivo en el Festival Fringe, de Edimburgo. Muchas de las pruebas se realizaron en grupos pequeños, porque otras investigaciones han demostrado que la risa es 30 veces más probable que ocurra en una situación social que cuando una persona está sola.
En los estudios, la mitad de los voluntarios vieron videos de comedia, tales como episodios de "South Park", "Mr. Bean" y "The Simpsons", mientras que el otro grupo vio documentales sobre sustancia y materia, instructivos de golf, entrenamiento de mascotas, o un espectáculo de la naturaleza.
Los científicos chequearon el umbral de dolor de cada participante individual antes y después de ver los videos con técnicas de inducción de dolor, como un medidor de presión arterial apretado en el brazo. Y luego consideraron una medida aproximada de los niveles de endorfinas en el umbral máximo de dolor.
Después, para culminar el estudio, los investigadores registraron la cantidad de tiempo que los participantes pasaron riendo. Y observaron que la risa cortés o las pequeñas sonrisas no relajaban lo suficiente: sólo la risa social que estiraba los músculos es la que realmente funcionó.
Finalmente, se descubrió que la tolerancia al dolor fue superior en los hombres y mujeres que miraban videos de humor, pero se mantuvo igual o fue menor, en aquellos que no lo hicieron. Los científicos también fueron capaces de desentrañar que la capacidad de una persona para manejar el dolor, se debe a su propia risa.
“La risa es sin duda una de las mejores medicinas para el dolor, dijo el profesor Dunbar. “Parece que las endorfinas ponen a punto el sistema inmunológico, por lo que activar su liberación a través de la risa, ayuda a recuperarse de la enfermedad y permite al cuerpo resistir las infecciones”, explicó el investigador.
"Sin duda, a las compañías farmacéuticas no les gustará esto, pero la risa puede producir grandes ahorros en la factura del hospital ", señaló el líder del estudio.
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