Té negro para reducir el colesterol
Si estás intentando reducir tu nivel de colesterol, beber té negro, una infusión con sabor fuerte y perfumado que se toma desde tiempos inmemoriales, podría ser una buena opción. Según un meta análisis realizado por la Universidad de Zhejiang, en China, las catequinas (antioxidantes) del té negro ayuda a regular la concentración del colesterol LDL o colesterol malo, mediante la inhibición de su absorción intestinal.
Los investigadores analizaron los datos de 10 ensayos aleatorios que incluían a 411 adultos. Los resultados indicaron que el consumo de té negro se asoció con una reducción de 4.64mg/dl en promedio de los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés), también conocido como colesterol malo sin afectar la concentración de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) o colesterol bueno.
Además, descubrieron que el efecto positivo del té negro era mayor en las personas que tenían más riesgo de enfermedades del corazón.
Las responsables de ayudar a combatir el colesterol serían las catequinas, sustancias que de acuerdo con los estudios limitan e impiden la absorción de grasas a nivel intestinal. Mientras que otros compuestos aumentarían la excreción de ácidos biliares, los cuales también incrementan la eliminación de colesterol por vía fecal.
El té negro, así como el té verde, blanco y de oolong, se derivan de la planta Camellia sinensis. El té negro está hecho con los tallos y hojas de la planta, y es similar al té verde, excepto que se fermenta.
Más virtudes del té negro
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que el té negro se utiliza para mejorar el estado de alerta mental, así como el aprendizaje, la memoria y la habilidad para procesar la información. También se usa para el tratamiento del dolor de cabeza y la presión arterial baja; para la prevención de las enfermedades cardiacas, incluyendo “el endurecimiento de las arterias” (arteriosclerosis) y el ataque al corazón.
Por su parte, Natural Standard, empresa de investigación internacional sobre medicina alternativa, indica que el té negro es una fuente de cafeína que estimula el sistema nervioso central, relaja el músculo liso en los conductos de los pulmones (bronquiolos), estimula el corazón, y actúa como diurético en los riñones (aumentando la orina). Una taza de té contiene cerca de 50 miligramos de cafeína, dependiendo de qué tan fuerte sea y del tamaño de la taza (comparado con el café que contiene 65 a 175 miligramos de cafeína por taza). También contiene polifenoles (catequinas, antocianinas y ácidos fenólicos), tanino, oligoelementos, y vitaminas.
Según un estudio difundido por la Asociación Estadounidense del Corazón y realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, en Massachusetts, los flavonoides del té negro mejoran las funciones del endotelio vascular, la capa interior de células que recubre por dentro todos los vasos sanguíneos, lo que ayuda a mantener las arterias en estado saludable.
Los investigadores refieren que al beber cuatro tazas de té negro al día una persona tiene menos probabilidades de tener un ataque al corazón o un derrame cerebral.
¿Qué es el colesterol?
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos refiere que el colesterol es una sustancia cerosa, de tipo grasosa, que existe naturalmente en todas las partes del cuerpo. El cuerpo necesita determinada cantidad de colesterol para funcionar adecuadamente. Pero el exceso de colesterol en la sangre, combinado con otras sustancias, puede adherirse a las paredes de las arterias. Esto se denomina placa. Las placas pueden estrechar las arterias o incluso obstruirlas.
Los niveles de colesterol elevados en la sangre pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los niveles de colesterol tienden a aumentar con la edad. El aumento de colesterol no suele tener signos ni síntomas, pero puede detectarse con un análisis de sangre. Usted tiene probabilidades de tener un nivel de colesterol alto si tiene antecedentes familiares, sobrepeso o consume muchas comidas grasosas.
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), más de 98 millones de adultos estadounidenses tienen niveles de colesterol de 200 mg/dl o más. De esas personas, casi 34 millones tienen niveles de colesterol de 240 mg/dl o más.
Más para leer:
© 2024 Pan-American Life