Amaranto, el nuevo antidepresivo natural
Hace más de quinientos años, el amaranto, era considerado por los Aztecas como un “alimento para los dioses". Hoy en día sería un gran aliado contra la depresión, de acuerdo con una investigación realizada por científicos del Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tras estudiar a fondo esta semilla, los investigadores encontraron que contiene altos niveles de triptófano, un aminoácido esencial (esto quiere decir que no es producido por el cuerpo) que ayuda a sintetizar la serotonina, un neurotransmisor que tienen mucho que ver con el estado de ánimo.
A partir de esta característica aislamos una proteína de la semilla de amaranto y desarrollamos una cápsula -cuyo nombre comercial es AntePro- para tratar las afectaciones del ánimo con la ventaja de que, por provenir de una fuente natural, no tiene efectos secundarios y es de costo accesible, destacó el Dr. Manuel Soriano García, quien encabezó la investigación.
“Quizá sus efectos no sean como para bailar y brincar de súbito, pero han mostrado ser útiles cuando el ánimo amenaza con hundirnos y es preciso salir de ese trance lo más rápido posible”, añadió.
A nivel biológico, la depresión se asocia a una baja producción de serotonina y puede producir síntomas como tristeza, irritabilidad o estallidos agresivos, ansiedad, problemas de sueño y obsesiones. La deficiencia de serotonina puede producirse por la falta de triptófano en la dieta, o bien porque es inhibida por el alcohol o la cafeína
Soriano García indicó que las cápsulas han sido probadas en pacientes de los institutos nacionales de Neurología y Psiquiatría y en breve podrían ser sometidas a los exámenes necesarios para obtener el grado de producto farmacológico.
"Los antidepresivos comerciales funcionan por saturación, es decir, deben transcurrir seis semanas para que el paciente perciba mejorías aunque, con frecuencia, tienen efectos secundarios. En contraste, nosotros echamos mano de una planta consumida por nuestros antepasados durante milenios, de efecto casi inmediato y, lo más importante, sin los estragos que acompañan la ingesta de los comprimidos químicos", puntualizó.
El amaranto es una excelente fuente de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales, más que otros cereales como el arroz, el maíz, trigo, cebada, avena y centeno. El 20 % de las proteínas en las semillas de amaranto corresponden a las globulinas (proteínas insolubles en agua que se encuentran en todos los animales y vegetales) ricas en lisina (aminoácido esencial para el crecimiento de la especie humana) y en aminoácidos azufrados esenciales para la salud.
Por su elevado nivel nutrimental, en 1979 la Academia de Ciencias de los Estados Unidos (NAS, por sus siglas en inglés) y la Organización para la Alimentación y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) clasificaron al amaranto como uno de los cultivos en el mundo con un elevado potencial para su explotación económica y nutricional a gran escala y, como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano.
Según la FAO y la Organización Mundial de la Salud, sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto posee 75, mientras que la leche vacuna, tiene 72, y la soja 68 el trigo tiene 60 y el maíz solo 44.
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