Vitaminas elevarían riesgo de muerte
Un nuevo estudio demuestra que a veces más no es sinónimo de mejor. Investigadores analizaron información médica de 38,000 mujeres mayores y llegaron a la conclusión de que aquéllas que consumieron más suplementos vitamínicos elevaron el riesgo de muerte, comparado con las que no los tomaron.
El análisis lo hicieron expertos de la Universidad de Minnesota, en base a datos médicos del Estudio de Salud de las Mujeres de Iowa, un trabajo que recopiló las historias médicas de las damas, que en ese momento rondaban los 62 años, desde 1986.
Los investigadores estudiaron específicamente el consumo de vitaminas en 1986, 1997 y 2004. Y concluyeron que las mujeres que tomaron más suplementos habían aumentado el riesgo de muerte a lo largo de los 19 años del estudio en, promedio, un 2.4 por ciento.
"Nuestro estudio, como ya lo han hecho otros, muestra que hay muy poca evidencia de que los suplementos de vitaminas ayuden a prevenir enfermedades crónicas”, explicó Jaakko Murso, epidemiólogo en la Escuela de Salud Pública de la universidad, y autor líder de la investigación.
Los científicos, que estudiaron la relación entre consumo de vitamina B6, ácido fólico, hierro, magnesio, zinc y riesgo de muerte, aseguran que el consumo excesivo y prolongado puede provocar el efecto contrario al que se busca: los componentes de las vitaminas se acumulan y se vuelven tóxicos para el organismo.
El único suplemento que se salvó de esta condena es el de calcio, que al parecer, no generaría este efecto negativo. Sin embargo, estudios lo vinculan con problemas cardíacos.
La ecuación es sencilla para el doctor Goran Bjelakovic, del Centro de Investigación Clínica de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca: en el caso de todo micronutriente, hay riesgos asociados tanto a la deficiencia como al consumo excesivo.
Por eso, agrega, las autoridades sanitarias son las que deben regular y recomendar el consumo adecuado, y permitir que sólo productos seguros estén al alcance del consumidor.
El estudio se publica en la última edición de la revista Anales de Medicina Interna.
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