Después de Acción de Gracias, el cuerpo pide auxilio
Un estudio publicado por los Institutos Nacionales de Salud sugiere que los estadounidenses ganan alrededor de 1 libra (0,45 kilos) entre los festejos de Acción de Gracias y Año Nuevo. La investigación fue realizada por el Departamento de Endocrinología del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, en Bethesda, Arkansas.
Esto desmiente la creencia de que en esos días se ganan entre 5 y 10 libras (2,2 y 4,5 kilos), pero se pudo determinar que las personas obesas o con sobrepeso son las que más suben, y quienes hacen actividad física en esos días, son los que menos aumentan de peso.
Sea mucho o poco lo que se sube, luego de los festejos de Acción de Gracias, hay que lidiar con la culpa por los excesos. El sistema digestivo dice ¡basta! y pide que por favor se le de un descanso.
Hay que aliviarle trabajo al estómago comiendo poco, alimentos blandos y livianos y bebiendo abundante líquido. Una dieta blanda puede incluir caldo de verduras, puré, arroz, pescado (cocido), frutas y yogur para renovar la flora intestinal. Las frutas más desintoxicantes son las uvas, piña, arándanos, pomelo, naranja, limón y manzana. Entre las verduras, apio, hinojo, espinaca, acelga y puerro. De ser posible, elige alimentos magros, cocidos al vapor y con poca sal y té de hierbas digestivas como la manzanilla, menta o anís.
Depurar el organismo es necesario, en especial si al preparar el menú se utilizaron alimentos enlatados, que suman practicidad pero también riesgos. La Fundación contra el Cáncer de Mama informa que para elaborar muchos de los platos típicos de esta fecha, se suele recurrir a alimentos de lata. Estos envases contienen una capa que los recubre por dentro, para aislar la comida del metal. Esta protección se realiza con BPA o bisfenol, una resina epoxi nociva para la salud. Pruebas de laboratorio revelaron la presencia de esta sustancia en la orina de quienes comieron sopa enlatada durante cinco días.
El bisfenol se libera desde la resina, se mezcla con la comida, y según estudios de laboratorio, puede producir efectos adversos y causar enfermedades como cáncer de seno y próstata, infertilidad, pubertad prematura en niñas, diabetes tipo 2, obesidad y déficit de atención. Por eso la Fundación recomienda especialmente evitar o disminuir el consumo de enlatados.
Por último, hay que ponerse en movimiento para eliminar toxinas mediante la transpiración y de paso, perder calorías: media hora de caminata intensa ayudará a gastar 160 calorías. También es importante descansar bien, durmiendo al menos 7 horas; así se podrá recuperar el bienestar y devolver al organismo el equilibrio perdido entre el brindis y el incesante desfile de platos y tenedores.
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