Los corsés ¿ayudan a bajar de peso?
Esta prenda que era tan común en la era victoriana se usa actualmente como una lencería sexy. Pero muchas famosas las usan para afinar la cintura, aplastar el abdomen, bajar de peso o recuperarse después del parto. Los médicos cuestionan su utilidad y advierten que pueden llegar a ser perjudiciales.
Crédito: InstagramA fines de 2014 Kim Kardashian admitió en su cuenta de Instagram que estaba obsesionada con lo que llamó “entrenamiento de cintura” o “waist training”. Y Jessica Alba confiesa que usó uno encima de otro, el día entero y los 7 días de la semana durante varios meses con la idea de que la ayudaran a recuperar la figura después del parto.
Los corsés son algo más que una prenda sensual para reavivar el fuego de la pareja. Se lo considera aliados a la hora de bajar de peso o lograr que el cuerpo adquiera la deseada forma de reloj de arena. ¿Realmente ayudan a bajar de peso o modelar el cuerpo?
En un artículo publicado por CNN, el doctor Andrew Miller, cirujano plástico de Asociación de Cirujanos Plásticos de Nueva York y Nueva Jersey sostiene que no sirven para eso. Y agrega que tal vez podrían ayudar a bajar de peso indirectamente, ya que al tener el estómago comprimido, éste no se expande con la ingesta y se logra saciedad a los pocos minutos de haber empezado a comer. La compresión también obliga a comer porciones más pequeñas, por eso se reduce la cantidad de coloráis diarias y así se baja de peso.
En el mismo artículo, la doctora Caroline Apovian, profesora de medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y vocera de la Obesity Society, entidad que realiza investigaciones relacionadas con la obesidad, concuerda con que los corsés no son adecuados para bajar de peso. Y la silueta que se logra con ellos… no perdura un tiempo después de haber dejado de usarlos.
No hay estudios que demuestren la utilidad de este tipo de prenda, pero sí uno que intentó demostrar que su uso durante 12 a 16 horas por día luego de una dieta para bajar de peso evita volver a subir. Pero los voluntarios abandonaron el estudio porque les resultaban muy incómodos.
Además de su cuestionada utilidad, Apovian señala que muchas personas tienen arcadas y sienten ganas de vomitar. Y esto es un riesgo para muchas adolescentes que podrían llegar a desarrollar desórdenes alimentarios. También puede llegar a causar reflujo por la compresión exagerada en el abdomen. Además las personas con concentraciones adiposas en la zona media pueden llegar a padecer acidez o ardor estomacal por la presión en el abdomen, señala la doctora Amy Elizabeth Rothberg, profesora de medicina interna de la Universidad de Michigan.
Si se elige uno demasiado pequeño puede afectar el normal caudal de aire que ingresa el organismo, aumentando el riesgo de contraer neumonía y otras infecciones pulmonares.
En la actualidad hay una estadounidense, Cathie Jung, nacida en 1937, dueña del récord mundial por tener una cintura de 15" pulgadas (38,1 centímetros). Michele Koebke, una joven alemana de 24 años, intenta robarle el título logrando una cintura de 14,9 " pulgadas (38 centímetros).
Para ello lleva 3 años usando corsé día y noche y su cintura paso de 25,2 a 17,32 pulgadas (64 a 44 cm). El uso de esta prenda debilitó sus músculos abdominales y su estómago fue empujado fuera de su posición horizontal normal y ahora está tan apretado que tiene que comer hasta 10 comidas pequeñas al día en lugar de las tres habituales.
Durante un reportaje en vídeo de Barcroft TV, el doctor Rüdiger Langer especialista en medicina interna le dijo que si sigue así, con el tiempo no podrá caminar sin el corsé, o en el peor de los casos, no podrá moverse. ¿Podrá llegar caminando a recibir su premio, si logra su objetivo de derrotar a Jung?
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