El misterio de la mujer que no conocía el dolor
Las personas que no experimentan dolor en su cuerpo tienen una mutación genética, y al hallarla, los científicos británicos dicen haber encontrado claves para la formulación de nuevos analgésicos.Conoce un caso y cómo está ayudando a la ciencia.
El dolor es una sensación desencadenada por el sistema nervioso. Actualmente el dolor es un problema científico, social y económico de primera magnitud, causante de alrededor del 80% de las consultas médicas. Pero también es un mecanismo de defensa del cuerpo, que señala que algo no anda bien.
Pero hay personas que no lo sienten. Como una mujer de 39 años, cuyo caso rescataron los investigadores del University College, de Londres, en la cual un compuesto opioide fue capaz de reactivar los mecanismos del dolor y hacerla padecer de él.
Esta mujer que, por vez primera en su vida sintió dolor al ser quemada en una prueba, fue la musa inspiradora de los científicos, quienes le administraron naxolona (una droga que se utiliza para bloquear los receptores opioides en pacientes con sobredosis de heroína y morfina) y ellos creen que al descubrir los mecanismos que activan el dolor, lo utilizarán en sentido inverso -para aliviarlo en las personas que lo padecen en forma crónica-.
La ausencia de dolor es una mutación genética muy rara que impide el desarrollo de los canales de iones llamados Nav1.7 que transportan el sodio a través de los nervios sensoriales. Sin éstos, las células nerviosas no pueden “avisar” al cerebro del daño.
Para estudiar este fenómeno, John Wood y su equipo replicaron la mutación genética en ratones. Alteraron sus genes para eliminar estos canales Nav1.7 y, en efecto, los ratones no sentían dolor.
Luego, los investigadores británicos crearon después un medicamento para bloquear los canales Nav1.7 con el objetivo de anular el dolor crónico. Pero no consiguieron resultados prácticos.
Aunque sí hubo avances: el descubrimiento de cómo la naxolona permitió a la mujer sentir dolor, llevó a otros experimentos, donde los investigadores comprobaron que una mezcla de bloqueadores de los canales Nav1.7 más drogas opioides como la naloxona, eliminaron el dolor en ratones sin la mutación genética que bloquea el dolor.
Así, los científicos británicos, esperan que el descubrimiento pueda utilizarse para hallar nuevas vías de alivio o eliminación del dolor crónico en enfermedades como el cáncer, la artritis y otros. El estudio fue publicado en la revista Nature.
Las cifras del dolor
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que una de cada 5 personas padece dolor crónico de moderado a grave, y una de cada 3 no puede mantener un modo de vida independiente debido a las dolencias.
Según cifras de la Academia Nacional de Ciencias, el dolor crónico es uno de los trastornos de salud más costosos en Estados Unidos. Afecta a entre 30 y 40 millones de personas, y el costo del tratamiento alcanza los 600,000 millones de dólares anuales. El dolor de espalda es uno de los más comunes y provoca un importante ausentismo laboral, malestar y uso excesivo de los servicios de salud.
Hispanos ignoran los dolores
“Muchas personas que trabajan en actividades físicas fuertes piensan que el dolor en las articulaciones es parte de la vida y una consecuencia del esfuerzo o de la edad y que lo mejor que pueden hacer es no prestarle atención, que ya se calmará”, dice la doctora Jane Delgado, presidenta y CEO de la Alianza Nacional para la Salud de los Hispanos (National Alliance for Hispanic Health).
“Pero, el dolor no forma parte de una vida normal, no necesariamente es consecuencia de la edad avanzada y sí puede ser un síntoma de algo más complicado. Hay que buscar la causa, averiguar qué anda mal en el cuerpo”, recomienda Delgado. Ella cree que hay una tendencia acentuada entre los hispanos a ignorar el dolor.
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