Beber por atracón: el peor de los males

Se calcula que 38 millones de adultos estadounidenses son bebedores por atracón, lo que se define como cinco o más bebidas por ocasión entre los hombres y cuatro o más bebidas por ocasión entre las mujeres, informaron el martes investigadores federales.

Del 17 por ciento de los estadounidenses que beben por atracón, la mayoría tienen entre 18 y 24 años. Pero los que tienen a partir de 65 realizan la práctica con mayor frecuencia, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. Y quizás esas cifras subestimen el alcance del problema, apuntaron los funcionarios. La mayoría son adultos jóvenes, pero los que tienen 65 o más beben con la mayor frecuencia, muestra un informe.

Los atracones de bebida dan cuenta de más de 40,000 de las 80,000 muertes relacionadas con el alcohol en el país al año, y representan alrededor del 75 por ciento de los más de 200 mil millones de dólares en costos por el abuso del alcohol, informaron los investigadores.

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"Este nivel de consumo por lo general lleva a la discapacidad y se asocia firmemente con la conducción bajo la influencia del alcohol, las conductas sexuales arriesgadas y la violencia interpersonal", comentó Bauer. "Con el tiempo, también puede aumentar el riesgo de problemas graves de salud, que incluyen cáncer, enfermedad cardiaca e insuficiencia hepática".

La mayoría de bebedores por atracón tienen ingresos de 75,000 dólares o más, pero los que tienen ingresos por debajo de los 25,000 dólares son los que más beben (8.5 bebidas cada vez) y con mayor frecuencia (cinco veces al mes), señalaron los investigadores.

El informe también halló que la mayoría de conductores borrachos son bebedores por atracón. De todo el alcohol consumido por adultos, más del 50 por ciento se consume en atracones de bebidas. Entre los adolescentes, eso aumenta a 90 por ciento, según el informe.

En un comentario sobre el informe, el Dr. J.C. Garbutt, profesor de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, dijo que "el alcohol forma parte de la cultura de EE. UU., pero también provoca muertes y enfermedades considerables".