Haces 3,000 clicks al día: ¿tu celular te está enfermando?
Los médicos vienen advirtiendo que el uso excesivo de los dispositivos móviles puede generar problemas en la salud, comenzando por los daños físicos como dolor de espalda, cuello y articulaciones, y llegando a afectar el estado de ánimo y las relaciones sociales.
Ahora, la evidencia va un poco más allá y sugiere que la dependencia de los teléfonos inteligentes puede tener efectos similares en el cerebro a los que se ven en la adicción a los opioides.
En un nuevo estudio, los investigadores encuestaron a 135 estudiantes universitarios sobre el uso de la tecnología y encontraron una serie de tendencias preocupantes entre aquellos que usan demasiado sus dispositivos, por eso comparan este comportamiento con el de abuso de sustancias.
Además de los efectos neurológicos, los investigadores encontraron que las personas que dependen de sus teléfonos tienden a sentirse más aisladas, solitarias, deprimidas y ansiosas que sus pares que los utilizan menos.
Provoca conductas adictivas
"La adicción al uso de teléfonos inteligentes comienza a formar conexiones neurológicas en el cerebro de manera similar a la que experimentan las personas que toman Oxycontin para el alivio del dolor, y sucede gradualmente", dijo Erik Peper, de la Universidad Estatal de San Francisco, en EE.UU.
Los expertos dicen que provoca aislamiento, más que nada por la ausencia de interacciones cara a cara y la falta de lenguaje corporal visible. Y dicen que los estudiantes que usan sus teléfonos más constantemente realizan múltiples tareas.
Esto, lejos de ser positivo, dice Peper, “le da a la mente poco tiempo para relajarse y dedica menos esfuerzo a cada una de las tareas individuales que una persona si se hubiera centrado en una cosa a la vez”.
El investigador dice que los teléfonos inteligentes disparan señales en los cerebros que solían alertar a los seres humanos de los peligros, pero la industria de la tecnología ha aprovechado esto para aumentar las ganancias. "Más ojos, más clics, es más dinero", dijo Peper.
Si sientes que no puedes escapar a revisar compulsivamente tu celular, no estás solo. "Ahora estamos secuestrados por esos mismos mecanismos que alguna vez nos protegieron y nos permitieron sobrevivir, en busca de la información más trivial" declaró Peper.
"Pegados" al celular
Una investigación preocupante publicada en diciembre de 2017 reveló que miramos nuestros teléfonos inteligentes alrededor de 4,000 veces al año sin ningún motivo aparente. Cada día desbloqueamos nuestro teléfono 28 veces, y más de un tercio de las veces es compulsivo e innecesario.
Las aplicaciones que más atraen son Facebook, seguidas de WhatsApp, Gmail e Instagram.
El estadounidense promedio hace click, toca o desliza su dedo en la pantalla de su teléfono inteligente más de 2,600 veces al día, y algunos alcanzan unas asombrosas 5,400 veces, según un artículo aparecido en DailyMail.
Más de una de cada 3 personas piensa que es adicta a consultar su teléfono, y el usuario promedio pasa casi una hora cada día interactuando con su celular.
Según los investigadores, las empresas de dispositivos móviles aprovechan nuestras necesidades básicas de relacionarnos a nivel social, reemplazándolas por una relación social única, a través del teléfono móvil. Sin embargo, y aunque parezca que estamos más conectados, estamos más solos y con un cerebro hiper-estimulado, lo que lleva a la adicción.
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