¿Eres alondra o búho? Tus noches determinan tu salud
Cuando te reúnes con amigos o familia, algunos te dicen que adoran acostarse temprano y que no pueden levantarse tarde, y otros prefieren todo lo contrario. Los científicos han dividido a las personas en dos grandes categorías con nombre de ave, y han estudiado cómo es su vida social y su salud.
Las alondras son aves diurnas, se levantan con energía pero al llegar las 10 pm, se sienten agotadas y quieren ir a la cama. Y no significa que sean aburridas. Pueden estar casadas o tener hijos búho, los que aman estar despiertos por la noche, pero tienen mañana terribles.
Esta preferencia por la mañana o por la noche se conoce como cronotipo del sueño, y los científicos creen que afecta el peso, la fertilidad, los niveles de dolor e incluso el riesgo de cáncer. También afecta la personalidad.
Un grupo de investigadores de Sydney y de Gran Bretaña, entrevistaron a más de 200 personas sobre sus personalidades y hábitos de sueño, y encontraron grandes diferencias, marcadas por el reloj biológico de cada persona, que a su vez, está influenciada por los genes.
"Todo en el cuerpo se rige por el reloj interno," dijo el Dr. Tim Quinnell, del Laboratorio del Sueño en el Hospital Papworth, en Inglaterra. "Y es este reloj hace que algunos se despierten y duerman temprano, y otros, amen la vida nocturna”.
¿Se puede saber científicamente qué clase de ave eres? Sí. Científicos de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, descubrieron que hay un gen llamado Período-3 que influye en la inclinación de tener vida nocturna o no. Y que hay dos versiones de este gen: una versión larga y una corta. Los que tienen la versión larga son las alondras, y la versión corta, búhos.
¿Cómo son y de qué sufren las alondras?
Tienen una presión de sueño que se acumula rápidamente. Así que a medida que transcurre un día normal, se cansan más pronto que un búho, dicen los científicos.
Además, siempre desayunan enseguida al despertar, dice el profesor Jim Horne, del Centro de Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, en Canadá. "Hemos descubierto que este es un muy buen indicador de si una persona es diurna o nocturna”, declaró.
Algunos estudios sugieren que las alondras están en mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, especialmente de mama y colorrectal. Podría ser por la versión más larga del gen Período-3: muchas personas tienen dos copias de los mismos. La otra teoría es que pueden tener menos melatonina, una sustancia que, entre otras funciones, protege contra el cáncer.
Pero cuando se trata la fertilidad, las mujeres alondra se ven beneficiadas: un estudio finlandés publicado en junio de 2013 sobre más de 2,000 mujeres, sugiere que las personas diurnas podrían ser más fértiles, por tener una mejor regulación del ciclo menstrual y la ovulación.
Y por último, las alondras son mejores en el control de impulsos y toman las cosas más a conciencia, según los investigadores.
Búhos: salud y personalidad
Los búhos tienen más hambre y por lo general, son más gordos. Un estudio reciente de la Universidad de California en Berkeley, halló que el insomnio causa antojos de grasas. Por eso, sus preferencias se inclinan por la comida chatarra y sus porciones suelen ser más abundantes.
Las personas nocturnas tienden a tener más colesterol. En un pequeño estudio realizado por la Universidad de Pennsylvania, los nocturnos tenían niveles más bajos de colesterol HDL "bueno". También son más propensos a roncar y sufrir de apnea del sueño. Y los investigadores británicos dijeron que eso se relaciona con el sobrepeso.
Y algo más en contra de quienes prefieren la vida nocturna: la investigación también mostró que los búhos tenían mayores niveles de hormonas del estrés.
Otras investigaciones sugieren que también pueden tener menos memoria, debido a que se van a dormir tarde y se levantan temprano, y a menudo no alcanzan la última fase profunda del sueño, que la repara.
En general, los noctámbulos parecen ser más divertidos, salen más de noche y son más sociables. Pero también tienen más riesgo de deprimirse. “Ser un búho también puede aumentar el riesgo de depresión”, dice el experto en sueño Dr. Neil Stanley , de Reino Unido, posiblemente debido a la falta de sueño y a ser naturalmente más ansiosos.
Y cuando se trata de sexualidad y vida afectiva, los búhos suelen tener más parejas. Un estudio realizado en 2012 por científicos alemanes en más de 100 hombres entre de 19 y 37 años, reveló que los hombres nocturnos tienden a tener altos niveles de testosterona.
Fusión de búhos y alondras
Según la etapa de la vida, se puede ser un ave diferente, por ejemplo, “los adolescentes son búhos naturales, dijo Till Roenneberg, profesor de la Universidad de Munich, en Alemania.
Después de los años de la adolescencia, los hombres son generalmente más búhos y las mujeres, alondras. Esta diferencia se debe a las hormonas sexuales como el estrógeno y la testosterona.
Pero a medida que estas hormonas comienzan a disminuir, todos nos parecemos más a las alondras que a los búhos, dijo el Profesor Russell Foster de la Universidad de Oxford.
"Hay cierta evidencia de que los matrimonios más largos son entre un búho y una alondra", dice el profesor Foster.
Una explicación es que si se pueden respetar los hábitos de sueño de la pareja, es porque se es generoso en una relación" Y agregó: "Mi esposa es una persona diurna, pero yo soy un búho definitivo. Me voy a la cama con una linterna para leer. Trabajamos eso desde el principio y ha funcionado desde entonces", concluyó.
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