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Leo, fuertes y orgullosos, pero débiles de corazón

Publicado - Por Oscar R. Orgallez

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El quinto signo del zodíaco es Leo, del elemento fuego, regido por el Sol, vibrante, entusiasta, magnánimo y generoso, aunque tiende a ser dominante si afloran sus cualidades negativas más conspicuas. Según la Astrología rige el corazón y el llamado plexo solar, así como todo lo relacionado con la circulación sanguínea y sus problemas, desde las obstrucciones arteriales peligrosas has ta las más benignas várices.

Además del corazón, el signo Leo, y aquellos nativos de otros signos que lo tengan como ascendente –el ascendente es el signo que aparece en el horizonte en el momento del nacimiento de una persona- rige la columna vertebral, la médula espinal, la espalda y el diafragma. Todas estas partes del cuerpo están bajo la égida o coraza protectora del signo del león, fuerte y orgulloso.


Debido a los órganos y regiones corporales que se encuentran bajo su influencia, los nativos de Leo tienden a presentar problemas asociados con la región dorsal en la espalda, así como fiebres y febrículas inexplicables que pueden tener un origen totalmente benigno, pero que tal vez sean indicadores de alguna afección más severa, por lo que no deben pasarse por alto.

En general, las enfermedades más frecuentes en el signo Leo son todas las relacionadas con los órganos que rige, como por ejemplo la angina de pecho, palpitaciones y todo tipo de dolencias cardiacas, mala circulación, fiebres, meningitis espinal y trastornos similares, lo cual, por supuesto, no quiere decir que todos los nativos de este signo las vayan a padecer, sino que se trata de una tendencia.


También deben estar atentos a la presión arterial, especialmente la hipertensión o presión sanguínea alta por encima de 140 mm Hg -la llamada sistólica- y la diastólica o menor, superior a 90 mm Hg. Debido a que el signo Leo está regido por el Sol y el plexo solar es el centro del cuerpo en el que influye anatómicamente según la Astrología, se necesita una alimentación adecuada, un estilo de vida saludable y un control de la presión de forma natural, o si es necesario, mediante medicamentos indicados por un médico, no autorrecetados ni improvisados.

Como el signo Leo rige también la columna vertebral, particularmente las vértebras dorsales, no es raro ver nativos de este signo con problemas asociados a las hernias discales, osteoartritis, osteoporosis, reuma, artrosis y otras condiciones asociadas a esta parte del cuerpo. De ahí el cuidado que los padres deben tener desde pequeños con sus hijos Leo para que asuman en todo momento una buena postura y así eviten desviaciones de la columna vertebral como la escoliosis.

Los nativos de Leo deben tomar especial cuidado cuando decidan darse baños de vapor o entrar en una sauna, pues como se efectúan dentro de recintos de madera, a muy alta temperatura, y producen una rápida y abundante sudoración, nunca deben exceder el máximo de tiempo o. Es importante, sobre todo, averiguar muy bien con su médico si les conviene tomar estos baños.

Los nativos de Leo son propensos a desmayos y a trastornos derivados de la anemia más que otros signos. Estas señales no deben ser tomadas a la ligera y cuando se presentan han de ser consultadas enseguida con su médico, quien efectuará las evaluaciones correspondientes para determinar sus causas. No se debe olvidar la íntima relación Leo-corazón que existe en este signo zodiacal.


Para mantener un equilibrio orgánico adecuado, en consonancia con el signo zodiacal correspondiente, los naturistas recomiendan el uso y aprovechamiento del espino blanco, utilizado desde hace mucho tiempo para proteger la salud del corazón y las arterias, la angélica, el diente de león, la ortiga y el romero y romerillo, así como los tratamientos de relajación a base de hidroterapia, pero evitando el agua excesivamente caliente que tiende a elevar la presión arterial.

Acuario es el signo opuesto de Leo y algunas afecciones típicamente acuarianas, sobre todo las que inciden en la columna vertebral o en la circulación periférica en las piernas, tienden a afectar a los nativos de este signo, o a quienes tienen ascendentes en Leo, aunque sean de otro signo. Las várices en las piernas y muslos también son comunes y se presentan con harta frecuencia.

En general la salud de Leo es muy buena, con la salvedad de las afecciones indicadas anteriormente, las cuales, tratadas a tiempo, se pueden controlar adecuadamente. Lo principal en todo momento es no ignorar esas señales de aviso que son como clarinadas que alertan sobre males mayores, y que bien diagnosticadas desde sus inicios garantizan una vida larga, saludable y feliz.


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