El sistema inmune puede cambiar con las estaciones
¿Sabes que el sistema inmune de los seres humanos también cambia con las estaciones? Las variaciones estacionales rara vez se consideran como un componente asociado al funcionamiento del organismo, sin embargo muchas enfermedades y procesos fisiológicos pueden ser distintos de un año a otro.
Una investigación probó que las diferentes estaciones del año pueden provocar alteraciones en el sistema inmunológico. El estudio fue realizado por científicos de las universidades de Cambridge, Munich, Londres y Dresden.
Las estaciones del año influyen en la expresión de algunos genes de nuestro genoma, un total de 20,00 a 25,000 genes. Los científicos descubrieron que el 23% del genoma, 5,136 genes de 22,822 analizados, tiene estas variaciones. Ciertos genes son más activos durante el invierno y otros tienen su máxima expresión en el verano.
Los cambios estacionales periódicos han influido en todas las formas de vida, como lo demuestran la fisiología estacional y los comportamientos entre especies vegetales y animales. En los seres humanos, muchas enfermedades, incluyendo enfermedades cardiovasculares, autoinmunes o psiquiátricas también muestran patrones estacionales de incidencia y actividad, señalaron los investigadores.
Cambios estacionales
En el estudio se analizaron los genes de 16 mil personas que viven tanto en el hemisferio sur como en el norte, en Australia, Gambia, Reino Unido, Islandia y Estados Unidos
"El 23% del genoma humano muestra oscilaciones estacionales, así como cambios significativos en la expresión de más de 4,000 genes en los glóbulos blancos de la sangre y en células del tejido adiposo”, explicó la doctora Silvia Sánchez Ramón, jefa de la Unidad de Inmunología Clínica del Hospital Ruber Internacional en declaraciones al diario El País.
Esto podría significar que el organismo está expuesto a sufrir enfermedades más o menos específicas dependiendo de si es invierno o verano. También se observó que los genes que participan en la respuesta a las vacunas son más activos durante el invierno.
En las conclusiones, los investigadores destacan que no está claro el mecanismo que produce las diferencias en la expresión de genes y en el sistema inmune, aunque la hipótesis es que se da por cambios en el medioambiente, como la luz solar y la temperatura.
También, el ritmo circadiano, o sea, nuestro "reloj interno", jugaría un papel clave, ya que es afectado por los cambios en la luz solar.
Estos datos proporcionan un cambio fundamental en la forma de conceptualizar la inmunidad en los seres humanos, y la investigación propuso que los cambios estacionales se consideren más ampliamente como principales determinantes de la fisiología humana.
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