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Ser ansioso no es lo mismo que sufrir ansiedad

Publicado - Por Hercilia Garnica

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Sentirte nervioso antes de presentar una prueba, ante una situación económica difícil o frente a un compromiso social es normal o incluso útil. 

Esa sensación inquietante puede darte el estímulo de energía necesario para ser más precavido y enfocarte mejor. Pero para las personas con trastornos de ansiedad más severos, esos episodios pueden ser abrumadores.

Los trastornos de ansiedad afectan a casi 1 de cada 5 adultos estadounidenses cada año. Las personas con estos trastornos tienen sentimientos de miedo e inseguridad que interfieren con sus actividades cotidianas y que duran 6 meses o más.

Los trastornos de ansiedad también pueden aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, abuso de sustancias y depresión.

En efecto, Naomi Simon, profesora de psiquiatría en la Universidad de Nueva York y directora del Programa de Angustia, afirma que los trastornos de ansiedad son la condición más común en la psiquiatría.

Alrededor de 40 millones de personas de 18 años o más en Estados Unidos, o el 18 por ciento de la población sufrirán un trastorno de ansiedad cada año, según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América. En el curso de una vida, esa tasa sube al 28.8 por ciento.

Precisamente, David Rosmarin, fundador y director del Centro para la Ansiedad y profesor asistente en el departamento de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, asegura que se ha registrado un aumento masivo de consultas en la ciudad de Nueva York en los últimos seis meses.

Rosmarin atribuye las visitas al psiquiatra a distintas situaciones como la crisis con Corea del Norte o los huracanes, lo que genera un mayor grado de incertidumbre.

Por lo general, esa sensación de desasosiego es la que hace explotar a algunas personas que ya no saben cómo tolerar el no saber qué pasará mañana. 

Estar ansioso vs. tener un desorden

Naomi Simon aclara que hay una distinción importante entre la ansiedad y un trastorno de ansiedad. 

"La ansiedad es una reacción natural al estrés; no es necesariamente patológica o peligrosa", dijo. Pero puede llegar a convertirse en una condición importante. Eso depende del nivel de persistencia, la gravedad, angustia y si afecta la vida cotidiana.

Por ejemplo, explica Simon, si sientes ansiedad mientras oyes las noticias, probablemente no necesites hacer nada al respecto (excepto tal vez apagar el televisor, salir a caminar o respirar profundo). 

Pero si tu ansiedad está interfiriendo con tu concentración, tu capacidad para enfocarte o dormir, y, te preocupas por más tiempo del necesario, significa que debes buscar una evaluación de diagnóstico profesional.

Es importante saber que, para las personas con nerviosismo, ansiedad o estrés, hay muchas estrategias terapéuticas que funcionan, incluso para casos extremos.

"La ansiedad es incómoda, pero en general no da como resultado la muerte", aclaró Simon.

Medicinas, terapia…

Para Bea Arthur, una consejera de salud mental con licencia en Nueva York y fundadora de la empresa emergente de aprendizaje de máquinas de salud mental, The Difference, la ansiedad es una condición que hace que te mantengas enfocado excesivamente en algo que podría suceder en el futuro. 

Ante esa manifestación es mejor renunciar a cosas que no te hacen sentir en control, recomienda Arthur.

Por otro lado, están las recomendaciones que incluyen medicamentos. Las benzodiazepinas como Klonopin y Xanax, que se encuentran entre las que se prescriben con mayor frecuencia para el uso a largo plazo "a menudo son efectivas, pero tienen inconvenientes", advierte Simon. 

Algunos de los efectos secundarios incluyen el abuso, la dependencia física y la interferencia con la efectividad de la terapia cognitiva conductual.

Esos fármacos ayudan a algunos pacientes. Ya sea a corto o largo plazo, deben usarse bajo el cuidado de un médico. "Animamos a la gente a usarlos solo en la medida en que puedan ayudarlos a resolver el problema", dijo David Rosmarin.

 "En última instancia, la gente tiene que enfrentar sus miedos. Y para eso también está la terapia ".

Bea Arthur cree, incluso, que las píldoras no solo ayudan a reducir la intensidad de los episodios ansiosos, sino que también propician la necesidad de hablar sobre ello. 

Meditar…

Naomi Simon hace otra advertencia. Mientras haya crisis de ansiedad lo mejor es consumir el alcohol con moderación porque hay una mayor asociación entre la ansiedad y el alcohol y el abuso de otras sustancias. 

En definitiva, beber demasiado puede hacer que te sientas aún más ansioso. 

Adicionalmente, puede ser muy útil meditar. Aaron Dias, entrenador de meditación e instructor de yoga, alienta a las personas a crear "una práctica diaria muy simple, al comienzo del día. 

Hacer cinco ciclos de respiración. Por ejemplo, exhalar ansiedad, respirar bondad, fuerza o lo que sea que estés tratando de cultivar”.

Simon participa en un estudio de investigación patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa que analiza cómo el yoga se compara con la terapia cognitiva conductual para hacer frente al estrés.

Simon también es partidaria de que los pacientes con ansiedad tengan contacto con la naturaleza. Tocar los árboles, caminar y desviar la atención de las preocupaciones suele dar muy buenos resultados. El cultivar la amistad, con seres humanos y con mascotas, ayuda mucho.


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