Nueva esperanza en la cura del Sida
Científicos de la Universidad de Pensilvania lograron detener el avance del VIH en el organismo de un hombre a través de una terapia genética. Es el segundo caso de éxito reconocido luego del llamado “paciente de Berlín”, quien se declaró curado del Sida en 2010, tras dos trasplantes de médula ósea. Dicen que estos resultados muestran que la cura del Sida no es una utopía, sino una realidad cercana.
A horas del Día Mundial del Sida, estos dos casos son una señal de que la cura del Sida es posible, aseguran expertos. Aunque la meta desde hace años se enfoca en la prevención y el tratamiento, los investigadores no olvidan que la cura definitiva es la única manera de lograr la erradicación de la enfermedad.
La primera esperanza surgió en diciembre de 2010, cuando se publicó el hallazgo de Timothy Brown, también conocido como el “paciente de Berlín”, un estadounidense que tenía Sida y leucemia, y que se sometió en Alemania a dos complejos trasplantes de médula ósea con células madre en 2008.
A cuatro años de los trasplantes, los médicos lo consideraron curado porque el VIH no volvió a aparecer. Pero se trató de una técnica costosa y de máximo riesgo, no aplicable a la mayor parte de las personas que viven con VIH/Sida.
Sin embargo, el proceso realizado en el caso más reciente, liderado por el doctor Pablo Tebas en la Universidad de Pensilvania, en un hombre de 50 años de Trenton, Nueva Jersey, sí podría convertirse en una técnica masiva.
Luego de una simple terapia genética realizada en septiembre se pudo controlar el aumento de la carga viral (la cantidad de VIH que hay en el torrente sanguíneo), aún después de que el paciente, del que aún no se sabe el nombre, dejara de tomar la medicación.
Aunque no se considera curado, según explicó el doctor Tebas, quien dirige la Unidad de Ensayos Clínicos sobre el Sida de la universidad, “lograr mantener el virus indetectable por 12 semanas es un gran avance”.
En palabras simples, lo que hizo el equipo de Tebas fue extraer glóbulos blancos del paciente, las células del sistema inmune, y modificarlas mediante una terapia genética desarrollada por la empresa Sangamo BioSciences. Así, estas células, que antes estaban infectadas, se volvieron resistentes a la proteína llamada CCR5, que es la que usa el VIH para entrar en las células e infectarlas.
Luego, inyectaron las células modificadas en el organismo del paciente, lo que desencadenó rápidamente una respuesta inmune positiva. Se está siguiendo de cerca su evolución para observar si el VIH vuelve a aparecer, aunque el hombre manifestó que se siente "como Superman".
“La búsqueda de una cura se desaceleró por un tiempo, cuando se vio lo exitoso que eran los tratamientos”, aseguró Kevin Frost, director ejecutivo de la Fundación para la Investigación del Sida, al periódico The New York Times.
Sin embargo, reconoció Frost, el problema es que las terapias antirretrovirales, que lograron transformar una enfermedad mortal en una condición crónica, no están disponibles para todos. Y no eliminan por completo la infección.
Para Steven Deeks, profesor de Medicina de la Universidad de California en San Diego, la única solución realista es la cura. “Ni en décadas se lograría que todos los pacientes con VIH/Sida accedan a la medicación y cumplan con sus tratamientos”, expresó.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas está invirtiendo 70 millones de dólares en los próximos cinco años para investigar la cura del sida. Lo mismo están haciendo las principales compañías de terapias genéticas y las farmacéuticas.
“Creo que estamos más cerca de una cura que de una vacuna”, sentenció Rafick-Pierre Sékaly, director científico del Instituto de Vacunas y Terapias Genéticas de Florida.
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