Inmigrantes comen mal para tratar de integrarse
Numerosos extranjeros que viven en Estados Unidos han adoptado la hipercalórica cocina estadounidense en parte debido a que tiene buenos precios y es fácil de conseguir, pero también porque es una manera de demostrar su integración al país adoptivo, según un estudio.
Los inmigrantes que se alimentan con comida estadounidense consumen en promedio 187 calorías y 7 gramos de grasas saturadas más de lo que consumirían si se alimentaran siguiendo su propia gastronomía, y se exponen por tanto a sufrir obesidad o sobrepeso tanto como los dos tercios de la población norteamericana, según un estudio publicado en la revista Psychological Science de junio.
Los hijos de inmigrantes que viven en Estados Unidos desde hace 15 años presentan las mismas tasas de obesidad que los niños estadounidenses, de los cuales un tercio es obeso o tiene sobrepeso, indica esta investigación realizada por investigadores de la universidad de Washington, de Californie-Berkeley y de Stanford.
Los investigadores hicieron experimentos en base a poblaciones asiáticas para determinar de qué forma los inmigrantes "eligen y consumen la comida estadounidense como una manera de transmitir que están integrados a Estados Unidos".
Con este fin, armaron un grupo testigo y otro al que le pidieron reafirmar su identidad cultural estadounidense. Cuando todos fueron invitados a elegir un plato, más miembros del último grupo pidieron especialidades estadounidenses como hamburguesas, "hot dogs", sándwiches con tocino y pollo frito, que los del primer grupo, quienes eligieron tradicionales sushi o pollo teriyaki.
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