Ya nadie puede detener al monstruo que se devora todo
La obesidad tiene un apetito insaciable, y no sólo siente antojo por papas fritas y hamburguesas: la creciente tasa de obesidad en Estados Unidos estaría dispuesta a devorar también el presupuesto del país: si la población sigue engordando, los costos de salud también lo harán, y de manera excesiva. ¿Será imposible detener a este monstruo voraz?
Las tasas de obesidad en Estados Unidos están en camino de incrementarse dramáticamente durante los próximos 20 años, lo cual implicaría un aumento desproporcionado en los gastos de atención médica del país, según lo hallado en un análisis realizado por la organización Trust for America's Health (TFAH) y la Robert Wood Johnson Foundation.
"Si seguimos como hasta ahora, nos enfrentaríamos a tasas exageradamente altas de obesidad, de diabetes, de enfermedades cardíacas y de cáncer, que representarían un peso excesivo para nuestro sistema de salud", asegura el Dr. Jeff Levi, director ejecutivo de la TFAH.
El estudio, titulado "F as in Fat" (Con G de Gordo), se realizó con base en modelos estadísticos para predecir la prevalencia de obesidad, y de enfermedades relacionadas con este problema, en Estados Unidos entre el 2012 y el 2030.
De acuerdo con los investigadores, si las tasas de obesidad siguen creciendo como hasta ahora, para el 2030, se esperaría que todos los estados tuvieran tasas de obesidad de al menos 44 por ciento, aunque en algunos casos estarían por encima del 50 ó 60 por ciento.
Como ejemplo, se cita el caso de Misissippi y Colorado, los cuales constituyen, respectivamente, los estados con mayor y menor tasa de obesidad.
Actualmente Misissippi cuenta con una tasa de obesidad de casi 35 por ciento, mientras que en el caso de Colorado es de sólo 20.7 por ciento (según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). Los investigadores aseguran que, si nada cambia en los próximos años, cerca del 67 por ciento de la población de Misissippi y casi el 45 por ciento de la gente de colorado serían obesas para el 2030.
Asimismo, si la obesidad continúa aumentando como hasta ahora, habría 10 veces más casos de enfermedades como diabetes tipo dos, infartos, hipertensión o artritis hacia 2020, y 20 veces más casos para el 2030.
Por su puesto que nada de esto es gratis: hay que pagar todo lo que se come, y la cuenta que la obesidad le va a dejar al país sería bastante grande.
Según el reporte, con el aumento de la obesidad y de las condiciones relacionadas con ella, para el 2030 los costos de salud en Estados Unidos se habrían incrementado hasta en 6,000 millones de dólares anuales. Además, los problemas de salud provocarían pérdidas hasta por 580,000 millones de dólares cada año.
Suena aterrador, sin duda; sin embargo, no todo está perdido todavía: de acuerdo con los analistas, si cada estado llevara a cabo acciones para motivar a su población a perder al menos el cinco por ciento de su masa corporal, estarían ayudando a miles de personas a evitar problemas de salud relacionados con el sobrepeso, y al mismo tiempo ahorrarían miles de millones de dólares en gastos de salud cada año.
El sacrificio no es grande: una persona de seis pies (180 centímetros) que pesara 200 libras (90 kilogramos) tendría que perder sólo 10 libras (cuatro kilogramos) para deshacerse del cinco por ciento de su masa corporal.
"Este estudio nos muestra dos futuros alternativos para Estados Unidos, uno de los cuales es inaceptable. Por ello, debemos perseguir políticas, en cada nivel de gobierno, que preserven la salud, ayuden a prevenir enfermedades y reduzcan los gastos en materia sanitaria", concluye la Dra. Risa Lavizzo-Mourey, presidenta de la Robert Wood Johnson Foundation.
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