Cuáles son los principales problemas de salud de las mujeres
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La salud de las mujeres está influenciada por distintos factores: biológicos, sexuales, genéticos, de género, sociales, y culturales.
Aquí vamos a repasar las principales enfermedades y trastornos que las afectan y cómo pueden prevenirse.
Enfermedades no transmisibles
Enfermedad crónica no transmisible (ENT) es un término utilizado para referir a un grupo de enfermedades que no son causadas por infecciones.
Generalmente, ocurren como resultado de las consecuencias para la salud que sufren las personas a lo largo de su vida.
Por ejemplo, por la exposición a diversos factores de riesgo durante la adolescencia y etapas anteriores a la edad adulta, como mala alimentación, alcoholismo, tabaquismo, o sedentarismo.
Las ENT son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo, y siguen siendo la principal causa de muerte entre las mujeres.
A pesar de su gran incidencia, muchas se pueden prevenir incorporando hábitos saludables o reduciendo la exposición a los factores de riesgo. Entre las más comunes se encuentran:
Enfermedad cardiovascular
Enfermedad cardiovascular es un término amplio para referirse a problemas del corazón y los vasos sanguíneos, como:
- Accidente cerebrovascular (ACV).
- Arritmias.
- Aterosclerosis.
- Cardiopatía coronaria.
- Insuficiencia cardíaca.
- Hipertensión.
La enfermedad cardiovascular provoca el mayor número de defunciones entre las mujeres. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, sería responsable de hasta el 50% de las muertes en todo el mundo.
Prevención
Para prevenir la enfermedad cardiovascular, los expertos recomiendan seguir estos consejos:
- Controlar el peso corporal.
- Controlar la ansiedad y estrés.
- Evitar fumar, consumir drogas o beber alcohol en exceso.
- Mantener una alimentación nutritiva y sostenible, que incluya una buena cantidad de frutas, vegetales, granos, semillas, carnes magras y pocas grasas no saludables o productos procesados.
- Realizar ejercicio con frecuencia, entre 20 a 30 minutos diarios.
- Realizar exámenes y pruebas de detección con regularidad.
- Respectar horarios y patrones de sueño saludables.
Cáncer
El cáncer es un conjunto de enfermedades que provoca el desarrollo, división, crecimiento y diseminación anormal de células en cualquier parte del organismo, cuando en situaciones normales, esas células deberían morir en un período de tiempo determinado.
Existen muchos tipos de cáncer: carcinoma, sarcoma, leucemia, de próstata, piel, páncreas, laringe, pulmón o colorrectal.
En el caso de las mujeres, el de mama y cuello uterino son los más frecuentes, mientras que el cáncer en general causa aproximadamente el 15% de las muertes en todo el mundo.
Prevención
Los expertos señalan que la mejor forma de prevenir y reducir el riesgo de complicaciones por cáncer es la detección temprana.
Las pruebas de detección habituales representan la manera más confiable para encontrar el cáncer cuando es de menor tamaño, no se ha propagado y posiblemente es más fácil de tratar.
Incorporar hábitos y patrones alimenticios saludables que mantenga al organismo fuerte y funcionando correctamente, también disminuye el riesgo de cáncer.
EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una afección inflamatoria de los pulmones que obstruye el flujo de aire, dificultando la respiración y provocando tos, moco y sibilancias.
La principal causa de la EPOC es el tabaquismo, aunque también puede ser consecuencia de exposición a gases o emanaciones peligrosas, ser fumador pasivo o trabajar en lugares donde se use con frecuencia fuego, pero no se dispone una ventilación apropiada.
Se estima que la EPOC causa el 10% de las defunciones en mujeres mayores de 60 años. La mejor manera de reducir el daño pulmonar es abandonar el cigarrillo, evitar el aire muy frío o caliente, controlar el estrés, y recurrir al uso de oxígeno en caso de que sea recetado.
Problemas óseos
La osteoporosis es la enfermedad de los huesos más común. Ocurre cuando el cuerpo descompone más tejido óseo del que puede reponer, por lo que los huesos se vuelven débiles y frágiles, aumentando la probabilidad de que se fracturen o quiebren.
Las mujeres, especialmente las postmenopáusicas, son más propensas a sufrir osteoporosis que los hombres. Por ejemplo, en EE. UU. se estima que el 80% de los casos de osteoporosis corresponden a mujeres.
Prevención
La mejor forma de prevenir la osteoporosis, así como otros problemas de los huesos, es comenzar a ocuparse desde temprana edad por el cuidado óseo.
Realizar actividad física moderada o intensa a diario, y garantizar un consumo adecuado de calcio y vitamina D, son prácticas que ayudan a prevenir la desmineralización y fortalecen los huesos.
Salud mental
Además de las ENT, las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir problemas mentales, especialmente depresión y ansiedad.
La depresión es un trastorno de salud mental que se caracteriza por el hecho de sentirse infeliz, melancólico, o abatido. Suele perdurar en el tiempo e interfiere en el desarrollo de la vida diaria.
Se estima que más del 5% de las mujeres padecen depresión, frente a un 3.5% en los hombres. Además de sentimientos de infelicidad, la depresión puede manifestarse en problemas físicos, como dolor de cabeza o migrañas, malestar estomacal, problemas para dormir, palpitaciones y ritmos cardíacos irregulares.
Las lesiones autoinfligidas, incluido el suicidio, también mostraron una incidencia alarmante, posicionándose como la segunda causa de defunción entre las mujeres de 15 a 29 años en el año 2015.
Prevención
A pesar de que en la mayoría de los casos de problemas de salud mental los tratamientos pueden lograr una remisión completa, muchas personas deciden no buscar ayuda.
Por eso, los expertos resaltan que la mejor forma de prevenir los daños causados por trastornos mentales es recurrir a un profesional de la salud frente a la presencia de cualquier síntoma preocupante.
Estos podrán ayudarte preparando un plan de atención o derivándote con un especialista. Recuerda, el consultorio del médico es un lugar seguro para compartir tus miedos, y existen muchas motivos por lo que tomarte en serio el cuidado de tu salud mental.
Violencia
La violencia contra las mujeres se puede manifestar de muchas formas:
- Vulneración de derechos: impedimentos al pleno desarrollo o acceso a derechos y servicios esenciales, como garantizar a las personas gestantes poder ejercer plenamente sus derechos reproductivos y sexuales.
- Violencia de género: incluye el daño físico, sexual o psicológico ejercido contra cualquier persona o grupo a raíz de su orientación o identidad sexual, sexo o género.
- Violencia sexual: es todo acto sexual realizado contra la voluntad de una persona.
- Feminicidios: asesinatos de mujeres por el simple hecho de serlo.
- Mutilación genital: es la escisión total o parcial de los órganos genitales femeninos o cualquier otra lesión de estos sin ningún motivo médico. Generalmente, responde a factores religiosos, culturales o sociales, como controlar la sexualidad femenina o asegurar fidelidad matrimonial.
- Trata: tráfico de mujeres para forzar su prostitución.
Para prevenir estas y otras situaciones de violencia, las profesionales coinciden en que es necesario fomentar el respeto, inculcar educación basada en la igualdad durante las primeras etapas de la vida, combatir la marginación y discriminación, y garantizar el acceso universal a los servicios esenciales.
El rol del Estado y la responsabilidad individual son fundamentales para alcanzar esos objetivos y cambiar esta situación.
Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Clínica Mayo, Organización Mundial de la Salud, Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer.
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