Los 10 aeropuertos que podrían desatar la próxima epidemia
Con tanta gente reunida, llegando y partiendo, o sólo esperando, es claro que los aeropuertos juegan un papel importante en la expansión de las epidemias. Sin embargo, un nuevo análisis ha logrado determinar con mayor precisión qué aeropuertos serían clave al comienzo de un brote epidémico, y cómo podrían controlarse pandemias futuras.
Con base en complejos modelos y simulaciones, científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) han logrado establecer cuáles serían los aeropuertos de Estados Unidos más propensos a desatar pandemias.
"Hasta ahora, los modelos matemáticos para analizar epidemias se basan en la forma en que la enfermedad se expande en sus últimas etapas, nuestro estudio, por el contrario, se centra en el origen de la epidemia, al analizar su expansión durante los primeros días alrededor del mundo a través de las terminales aéreas", explica el Dr. Ruben Juanes, del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT, y autor principal del estudio.
Para la investigación, los científicos analizaron los 40 principales aeropuertos del país, observando los patrones de conducta de los viajantes, la ubicación geográfica del aeropuerto, la relación con otras terminales aéreas, y el tiempo de espera de los pasajeros.
Al combinar los datos y analizarlos, los científicos encontraron que los 10 aeropuertos más propensos a iniciar pandemias serían los siguientes:
- Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, Nueva York.
- Aeropuerto Internacional de Los Angeles, California.
- Aeropuerto Internacional de Honolulu, Hawaii.
- Aeropuerto Internacional de San Francisco, California.
- Aeropuerto Internacional de Newark Liberty, Nueva Jersey.
- Aeropuerto Internacional Chicago-O'Hare, Illinois.
- Aeropuerto Internacional Washington Dulles, Virginia.
- Aeropuerto Internacional Hartsfield–Jackson Atlanta, Georgia.
- Aeropuerto Internacional de Miami, Florida.
- Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, Texas.
De acuerdo con el Dr. Christos Nicolaides, uno de los autores del estudio, "Los resultados que obtuvimos son muy diferentes a los que se habrían obtenido con base en un estudio tradicional de epidemias".
Según explica el investigador, los modelos tradicionales suponen que los viajantes se desplazan aleatoriamente, "Sin embargo, eso no es cierto: la gente sigue patrones de conducta específicos y nunca se comporta al azar. Al tomar en cuenta estos patrones se determinaría con mayor precisión la forma en que se expandirá la epidemia", asegura.
El Dr. Nicolaides comenta que, siguiendo los parámetros de un estudio convencional, el Aeropuerto de Honolulu no habría aparecido en la lista, debido a la poca afluencia que tiene: tan sólo la tercera parte del tráfico que posee el Aeropuerto JFK de Nueva York.
"No obstante, de haber una epidemia, Honolulu sería clave en su expansión: desde esta terminal aérea la infección podría extenderse a otros aeropuertos más grandes de distintos países del Pacífico. Un análisis convencional nos llevaría a cuidar el Aeropuerto JFK, cuando en realidad la infección podría escaparse por la puerta trasera", destaca.
Desde las dos últimas epidemias, la del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) en 2003 y la de la influenza H1N1 en 2009, se ha intentado mejorar la manera de predecir el comportamiento de las infecciones y contenerlas, y algunos especialistas creen que este nuevo modelo ofrecería pistas para lograrlo.
"Aunque se trata de un acercamiento relativamente nuevo, este estudio permitiría conocer cómo surge la epidemia y cuál sería su comportamiento expansivo, lo que brindaría la oportunidad de atacarla desde sus inicios", comenta el Dr. Yamir Moreno, de la Universidad de Zaragoza, en España, y quien no estuvo involucrado en el estudio.
Asimismo, los investigadores consideran que "Al conocer el rumbo que seguirá la infección podrían tomarse acciones más eficientes sobre la distribución de vacunas y tratamientos, lo que se traduciría en un mejor control de la enfermedad y en un número menor de pacientes infectados".
La epidemia de SARS afectó a más de 37 países y causó cerca de 1,000 muertes; por su parte, la influenza H1N1 provocó más de 300,000 muertes alrededor del mundo.
“Estudios como éste nos permitirían actuar mejor en el caso de futuras epidemias, para cambiar las estadísticas”, concluye el Dr. Moreno.
Más información:
© 2024 Pan-American Life